11 mar 2014

19º Capitulo







Grata sorpresa

Nhoa está aquí por derecho de sangre, por derecho de nacimiento”. Sus palabras resonaron por toda la sala, clavándose en mis oídos y en mi alma, dándome mi lugar en el mundo, mi posición en el aquelarre. Era por mí que ella estaba ahí, por mí se había decidido a aparecer antes todas, a reclamar por mí el lugar de mi origen, solo con esas palabras había llenado mi corazón con esperanza, orgullo y decisión.

-          Perdóneme Aradia, pero Nhoa solo nos ha traído problemas a nuestra familia, es muy inoportuna e impulsiva, si sigue aquí terminara por destruirnos.- dijo Asha todavía arrodillada y temerosa de la presencia de nuestra diosa.
-          Vuestra destrucción solo vendrá de vuestras manos, ella con su valentía, su coraje y malas decisiones ha conseguido más que todas vosotras en cientos de años. – Aradia miro a todas a su alrededor.- Tu más que nadie Asha no tienes derecho a reclamarle por sus errores, tu cometiste los tuyos propio, errores que costaron muchas lágrimas a los de tu alrededor, y solo por pura cobardía.
-          Aradia...yo...- Asha no pudo decir palabras por que las lágrimas le salían a borbotones.
-          Asha, hija mía, sé que cometiste esos errores creyendo que hacías lo correcto, y por eso te perdone en su momento, pero eres tú la que te tienes que perdonar y decidir contarle a quien debas tu error para que te perdone también.-y Asha se marchó corriendo de allí, temblando por el llanto.

Todos nos quedamos mudos de la sorpresa por aquella repentina huida de Asha, con la curiosidad de ese acto que había cometido años atrás.

-          Nhoa deberías estar orgullosa de la sangre de tus venas, eres mi descendiente directa, y da lo mismo que tengas sangre del rey de los demonios – se escuchó como la sorpresa recorría la sala – Cuando mi hija fue concebida, fue con amor, y con un hombre de buen corazón pero inseguro hasta la médula. Habrás podido caer por un momento en el mal, pero con tu gran coraje y ese precioso amor que sientes por tu guardián has sabido superar la venganza que corroía tu alma. Eres mi vivo retrato, pero no solo eres mí igual por tu apariencia, si no que tus poderes aunque todavía no descubiertos igualan mi poder. Tienes un largo camino donde te espera un aprendizaje duro e intenso, pero tú serás desde este momento mi pupila, yo misma te enseñare el alcance de tus habilidades.
-          ¿Tú vendrás a enseñarme? – dije sorprendida.
-          Si cada día al atardecer nos encontraremos aquí para demostrarte lo maravillosa   que eres.
-          Gracias Diosa será un gran honor aprender de ti.
-          No solo aprenderás de mí, cada amanecer tu cuerpo será transportado mágicamente hasta un lugar secreto.
-          ¿Un lugar secreto para qué?
-          No solo tienes que aprender magia, si no a defenderte luchando, Abaddon será el encargado de hacerlo.
-          ¿Abaddon? – susurraron todas las presentes.
-          Si Abaddon, no solo es el rey de los demonios, sino también el dueño de mi alma, el antepasado directo de Nhoa.
-          De acuerdo hare lo que me digas.
-          Gracias hija. – dijo acariciándome la mejilla – Por otro lado está  el hecho de la presencia de Lena.
-          Sé que no debería haberla traído pero es mi hermana, aunque no de sangre pero crecimos juntas, tenía derecho a saber quién soy, no podía perderla. – cogí la mano de Lena para dar más énfasis a mis palabras.
-          No te iba a recriminar su presencia, al revés ella lleva dentro la chispa de la magia, ella también tiene derecho de estar aquí.
-          ¿Ella es igual que yo?
-          Haber igual, igual pues no, porque tú tienes un poder ilimitado dentro, ella es una sanadora, su poder es limitado pero muy importante para nuestra sociedad.
-          ¿Una sanadora? ¿Yo? – dijo Lena sin poder aguantar más su curiosidad, al fin al cabo esto tenía que ver con ella, y las dos estábamos un poco alucinadas con la nueva noticia.
-          Es largo de explicar, pero necesitamos sentarnos y tener una larga charla, hermanas – dijo dirigiéndose a las otras mujeres presentes – les agradecería de corazón que apoyaran a su suma sacerdotisa, ella las necesita.- y fueron saliendo una a una no sin antes hacer una reverencia a Aradia.- y nosotras vamos a vuestra casa tenemos una conversación intensa por delante.

Y nos marchamos de allí, cogí la mano de Lena porque le costaba andar, todo esto la tenía completamente perpleja. Ahora resulta que no solo era yo la bruja si no que ella también. Todo esto se estaba convirtiendo en un cuento de hadas, irreal y sorprendente, teníamos la sensación de que en cualquier momento nos íbamos a despertar.
Pero aunque esto era un giro inesperado de los acontecimientos, para mí era una grata sorpresa, me gustaba no sentirme sola en este camino que aún faltaba por recorrer muchas barreras de espinas, de risas y lágrimas, de sudor y sangre.
Todavía había que encontrar la manera de derrotar a Nimue, acabar con su sed de sangre y celos. Ahora tenía grandes aliados, gente que me quería y me apoyaba, personas que me conocían profundamente, y que me iban a enseñar a luchar por mi meta.
Y un gran amor me envolvía mientras nos íbamos a mi hogar, donde estaba el centro de mi alma, Ángel. Y donde mi madre aunque en espíritu me protegía y me cuidaba desde el más allá.
Un nuevo capítulo de mi vida comenzaba, y no iba a estar sola si no con mis seres queridos, pero nuca se sabe cómo terminara esta historia, ¿podre derrotar a mi enemiga? ¿O me derrotara ella a mí? Pasará lo que pasara podría mi fuerza y mi magia llegar al final feliz de todo cuento de hadas.

18º Capitulo

Entre sus brazos

Corrí sin darme tiempo a respirar,  pero el maldito infierno era un laberinto sin fin, giraba por cada pasillo y me daba de bruces con la nada, tuve que parar, para no ahogarme por la falta de aire, cuando saliera de esto me prometí que dedicaría tiempo hacer más ejercicio.
En el momento que el aire empezó a llenarme los pulmones mi mente empezó a razonar claramente, una idea se instalo en ella pero con la duda de que funcionara. Si yo era una bruja podría encontrar a Ángel en cualquier sitio.
Me concentre y dibuje sus facciones en mi pensamiento, desee con ansia poder encontrarle, oírle, ayudarle, sentir su esencia, su amor. Cerré los ojos para concentrarme profundamente y pensé en él, sentí un poder inmenso recorrer mis venas, y su presencia se hizo claramente ante mí, estaba luchando con unos cuantos vampiros y pronunciaba mi nombre a la vez, ni siquiera me había dado cuenta que me había teletransportado junto a él, solo vi que estaba en peligro y mi furia me sobrevino de improvisto desatando todo mi ser en un grito de guerra, un grito que sonaba tan agudo y chirriante que empezó a reventar los tímpanos de los vampiros uno a uno, dejándolos momentáneamente desorientados, cuando Ángel se recupero de la sorpresa los mato inmediatamente antes de que se recuperaran.
Cuando vi que había acabado con todos ellos cerré la boca y me derrumbe de rodillas completamente exhausta. Ya empezaba a saber cómo funcionaban mis poderes pero el uso de ellos acababa conmigo, y solo deseaba tumbarme en mi cama y dormir. Ángel se acerco a mi lado y me agarro en sus brazos antes de que callera del todo.

-          Aguanta mi vida, tenemos que salir de aquí, necesito que saques fuerzas. – me dijo con gran ternura.
-          Pufff…. No sé si podre no puedo ni con mi alma.
-          Eres la bruja más poderosa de los tiempos claro que puedes, por favor hazlo por mí, necesito que me ayudes.- Me levanto a duras penas apoyándome contra su cuerpo, y que bien se sentía estar así de pegados.
-          Hueles rico.
-          Vamos Nhoa me encanta que te guste mi olor pero no tenemos tiempo.
-          Vale, vale, pero de igual manera esto es un maldito laberinto como vamos a salir.- Le dije intentando enderezarme.
-          Lo sé, pero tenemos que intentarlo, vamos….
-          Espera, ¿cómo llegue hasta ti?
-          De repente apareciste de la nada.
-          Entonces….. ¿me he teletransportado? ¿no?
-          No sé, me imagino que sí.
-          Entonces…. Puedo volver hacerlo y con un poco de suerte te podría llevar a ti.
-          Cariño claro que lo podrías hacer pero en otras condiciones, necesitarías una gran fuerza vital y estas casi por desmayarte.
-          Que desconfiado eres.-dije apartándome de él y con el ceño fruncido.- No me dijiste que era la más poderosa.
-          Si pero….
-          Pero nada, agárrate fuerte a mí y no te sueltes.
-          Nhoa por favor…
-          Nada haz lo que te digo.

Me agarro por la cintura con la duda reflejada en sus ojos, tenía que conseguirlo, tenía que llevarnos de allí, pensé en mi casa, dibujando mi salón en mi mente, y cuando sentí que el poder me inundaba le planté un beso tan profundo a Ángel que casi le atraganto con mi lengua. Con el beso desapareció toda la realidad que me rodeaba y solo sentí un amor puro que florecía de mi corazón hacia mi boca, Ángel me apretó mas contra él, intentando hacernos uno.
Nos separamos sin ganas, porque notamos a alguien respirar entrecortadamente, miramos alrededor y nos dimos cuenta que estábamos en casa, y en un rincón del sofá encogida estaba Lena con los ojos como platos y más pálida que un muerto, nos acababa de ver aparecer ante ella y le habíamos dado un susto casi mortal.

-Pe, pe, pero como…….

Y se cayó redonda perdiendo el sentido, aparte del mal aspecto por el  susto, Lena estaba demacrada y delgada, con ojeras profundas, la mesa del salón estaba llena de pañuelos Tissue arrugados, nos habíamos olvidado totalmente de ella, de que acababa de perder a su novio en un trágico accidente, y yo su mejor amiga casi hermana no había estado allí para ella, había estado tan ocupada y centrada en mis propios problemas que no repare en una de las personas más importantes de mi vida, me sentí tan egoísta que me eche a llorar recogiendo a Lena entre mis brazos.
Ángel me aparto de ella con cuidado, y la acomodo bien en el sillón, mientras mis lagrimas no dejaban de caer vi como el amor de mi vida, intentaba despertar a Lena, cuando por fin lo consiguió ella estaba tan desorientada que lo único que hizo fue marcharse a su habitación y cerrando la puerta a su espalda. La seguí y llame a su puerta y lo único que recibí fue un márchate inmediato, quise entrar a la fuerza pero había echado el pestillo y lo único que me quedo es rogarle para que hablara conmigo, pero lo único que conseguí era un silencio sepulcral, había fallado a Lena y ahora ella no quería saber nada mas de mi, que iba hacer si la perdía, como iba a superar una perdida mas, no podía soportar más dolor, mi corazón no era capaz.
Mi guardián me cogió entre sus brazos y me llevo a mi propia habitación, me consoló de nuevo hasta que mis lágrimas se agotaron.

-          Dale tiempo, está en un momento muy malo, deja que asimile el a verte visto aparecer de repente.
-          No es por eso que está enfadada, es porque no he estado a su lado, la conozco y el haberla fallado así ha abierto una gran herida en su corazón.
-          Sé que lo ves todo muy negro ahora, pero el tiempo cura todo mi cielo, y cuando por fin se solucione todo esto quedara como un mal recuerdo.
-          ¿Cuándo todo se solucione? ¿Y cuándo será eso?
-          Ten paciencia primero tienes que aprender a controlar tu poder y después derrotar a Nimue, y en medio de todo ya verás cómo lo arreglas con Lena.
-          Eso espero. – suspire- Bueno pues vamos a la escuela de la orden tengo que empezar mi formación- me levante dispuesta a marcharme pero Ángel me cogió la mano.
-          Espera, iremos mañana.
-          Pero mañana será muy tar…
-          Tranquila, hay tiempo ahora no hay nadie allí, es casi medianoche.
-          ¿Medianoche? ¿Cómo he perdido la noción del tiempo de esta manera?¿Cuantos días he pasado en el infierno?
-          Una semana.
-          ¡¡¡¡Una semana!!!! Ahora comprendo porque esta tan enfadada Lena.
-          Mañana veremos cómo solucionamos todo. Ahora acuéstate y recupera fuerzas las necesitas.

Me dio un beso profundo, era increíble como perdía toda noción de la realidad cuando su boca tomaba la mía, era como una maravillosa fantasía de la que no quería salir, hacia que olvidara todos mis problemas.

-          Buenas noches mi niña, descansa mañana nos vemos.
-          ¿¿Cómo?? A no tú no te vas, te quedas a dormir conmigo, necesito que me abraces para que yo pueda dormir.
-          Pareces una niña asustada – me dijo bromeando.
-          Lo soy, tengo miedo a que si te apartas de mi te pueda perder.
-          A mí nunca me perderás porque aunque un día muera mi alma está unida a la tuya.
-          Pues prefiero tener de cuerpo presente, es que intenta no morir.
-          Jajajaja, no te preocupes luchare contra quien sea para mantenerme a tu lado.

Y su sonrisa lleno la habitación con la luz de la esperanza, nos tumbamos uno al lado del otro, y dormí como un bebe protegida por sus brazos y el latido de su corazón.