11 mar 2014

18º Capitulo

Entre sus brazos

Corrí sin darme tiempo a respirar,  pero el maldito infierno era un laberinto sin fin, giraba por cada pasillo y me daba de bruces con la nada, tuve que parar, para no ahogarme por la falta de aire, cuando saliera de esto me prometí que dedicaría tiempo hacer más ejercicio.
En el momento que el aire empezó a llenarme los pulmones mi mente empezó a razonar claramente, una idea se instalo en ella pero con la duda de que funcionara. Si yo era una bruja podría encontrar a Ángel en cualquier sitio.
Me concentre y dibuje sus facciones en mi pensamiento, desee con ansia poder encontrarle, oírle, ayudarle, sentir su esencia, su amor. Cerré los ojos para concentrarme profundamente y pensé en él, sentí un poder inmenso recorrer mis venas, y su presencia se hizo claramente ante mí, estaba luchando con unos cuantos vampiros y pronunciaba mi nombre a la vez, ni siquiera me había dado cuenta que me había teletransportado junto a él, solo vi que estaba en peligro y mi furia me sobrevino de improvisto desatando todo mi ser en un grito de guerra, un grito que sonaba tan agudo y chirriante que empezó a reventar los tímpanos de los vampiros uno a uno, dejándolos momentáneamente desorientados, cuando Ángel se recupero de la sorpresa los mato inmediatamente antes de que se recuperaran.
Cuando vi que había acabado con todos ellos cerré la boca y me derrumbe de rodillas completamente exhausta. Ya empezaba a saber cómo funcionaban mis poderes pero el uso de ellos acababa conmigo, y solo deseaba tumbarme en mi cama y dormir. Ángel se acerco a mi lado y me agarro en sus brazos antes de que callera del todo.

-          Aguanta mi vida, tenemos que salir de aquí, necesito que saques fuerzas. – me dijo con gran ternura.
-          Pufff…. No sé si podre no puedo ni con mi alma.
-          Eres la bruja más poderosa de los tiempos claro que puedes, por favor hazlo por mí, necesito que me ayudes.- Me levanto a duras penas apoyándome contra su cuerpo, y que bien se sentía estar así de pegados.
-          Hueles rico.
-          Vamos Nhoa me encanta que te guste mi olor pero no tenemos tiempo.
-          Vale, vale, pero de igual manera esto es un maldito laberinto como vamos a salir.- Le dije intentando enderezarme.
-          Lo sé, pero tenemos que intentarlo, vamos….
-          Espera, ¿cómo llegue hasta ti?
-          De repente apareciste de la nada.
-          Entonces….. ¿me he teletransportado? ¿no?
-          No sé, me imagino que sí.
-          Entonces…. Puedo volver hacerlo y con un poco de suerte te podría llevar a ti.
-          Cariño claro que lo podrías hacer pero en otras condiciones, necesitarías una gran fuerza vital y estas casi por desmayarte.
-          Que desconfiado eres.-dije apartándome de él y con el ceño fruncido.- No me dijiste que era la más poderosa.
-          Si pero….
-          Pero nada, agárrate fuerte a mí y no te sueltes.
-          Nhoa por favor…
-          Nada haz lo que te digo.

Me agarro por la cintura con la duda reflejada en sus ojos, tenía que conseguirlo, tenía que llevarnos de allí, pensé en mi casa, dibujando mi salón en mi mente, y cuando sentí que el poder me inundaba le planté un beso tan profundo a Ángel que casi le atraganto con mi lengua. Con el beso desapareció toda la realidad que me rodeaba y solo sentí un amor puro que florecía de mi corazón hacia mi boca, Ángel me apretó mas contra él, intentando hacernos uno.
Nos separamos sin ganas, porque notamos a alguien respirar entrecortadamente, miramos alrededor y nos dimos cuenta que estábamos en casa, y en un rincón del sofá encogida estaba Lena con los ojos como platos y más pálida que un muerto, nos acababa de ver aparecer ante ella y le habíamos dado un susto casi mortal.

-Pe, pe, pero como…….

Y se cayó redonda perdiendo el sentido, aparte del mal aspecto por el  susto, Lena estaba demacrada y delgada, con ojeras profundas, la mesa del salón estaba llena de pañuelos Tissue arrugados, nos habíamos olvidado totalmente de ella, de que acababa de perder a su novio en un trágico accidente, y yo su mejor amiga casi hermana no había estado allí para ella, había estado tan ocupada y centrada en mis propios problemas que no repare en una de las personas más importantes de mi vida, me sentí tan egoísta que me eche a llorar recogiendo a Lena entre mis brazos.
Ángel me aparto de ella con cuidado, y la acomodo bien en el sillón, mientras mis lagrimas no dejaban de caer vi como el amor de mi vida, intentaba despertar a Lena, cuando por fin lo consiguió ella estaba tan desorientada que lo único que hizo fue marcharse a su habitación y cerrando la puerta a su espalda. La seguí y llame a su puerta y lo único que recibí fue un márchate inmediato, quise entrar a la fuerza pero había echado el pestillo y lo único que me quedo es rogarle para que hablara conmigo, pero lo único que conseguí era un silencio sepulcral, había fallado a Lena y ahora ella no quería saber nada mas de mi, que iba hacer si la perdía, como iba a superar una perdida mas, no podía soportar más dolor, mi corazón no era capaz.
Mi guardián me cogió entre sus brazos y me llevo a mi propia habitación, me consoló de nuevo hasta que mis lágrimas se agotaron.

-          Dale tiempo, está en un momento muy malo, deja que asimile el a verte visto aparecer de repente.
-          No es por eso que está enfadada, es porque no he estado a su lado, la conozco y el haberla fallado así ha abierto una gran herida en su corazón.
-          Sé que lo ves todo muy negro ahora, pero el tiempo cura todo mi cielo, y cuando por fin se solucione todo esto quedara como un mal recuerdo.
-          ¿Cuándo todo se solucione? ¿Y cuándo será eso?
-          Ten paciencia primero tienes que aprender a controlar tu poder y después derrotar a Nimue, y en medio de todo ya verás cómo lo arreglas con Lena.
-          Eso espero. – suspire- Bueno pues vamos a la escuela de la orden tengo que empezar mi formación- me levante dispuesta a marcharme pero Ángel me cogió la mano.
-          Espera, iremos mañana.
-          Pero mañana será muy tar…
-          Tranquila, hay tiempo ahora no hay nadie allí, es casi medianoche.
-          ¿Medianoche? ¿Cómo he perdido la noción del tiempo de esta manera?¿Cuantos días he pasado en el infierno?
-          Una semana.
-          ¡¡¡¡Una semana!!!! Ahora comprendo porque esta tan enfadada Lena.
-          Mañana veremos cómo solucionamos todo. Ahora acuéstate y recupera fuerzas las necesitas.

Me dio un beso profundo, era increíble como perdía toda noción de la realidad cuando su boca tomaba la mía, era como una maravillosa fantasía de la que no quería salir, hacia que olvidara todos mis problemas.

-          Buenas noches mi niña, descansa mañana nos vemos.
-          ¿¿Cómo?? A no tú no te vas, te quedas a dormir conmigo, necesito que me abraces para que yo pueda dormir.
-          Pareces una niña asustada – me dijo bromeando.
-          Lo soy, tengo miedo a que si te apartas de mi te pueda perder.
-          A mí nunca me perderás porque aunque un día muera mi alma está unida a la tuya.
-          Pues prefiero tener de cuerpo presente, es que intenta no morir.
-          Jajajaja, no te preocupes luchare contra quien sea para mantenerme a tu lado.

Y su sonrisa lleno la habitación con la luz de la esperanza, nos tumbamos uno al lado del otro, y dormí como un bebe protegida por sus brazos y el latido de su corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario