5 ago 2011

10º Capitulo

SED DE VENGANZA
            Después de que mi cuerpo quedara totalmente vacio, me sentí terriblemente mal, me di cuenta que las sorpresas de mi nueva vida no habían acabado, todo mi mundo se estaba derrumbando y ni siquiera sabia como seguir hacia delante.
            Cuando termine de tener lastima de mi misma me acorde de mi madre, ella estaba peor que yo, encerrada en una horrible celda, mientras su tía abuela la chupaba la sangre, se me empezó a secar la boca y una sabor amargo recorrió mi lengua, empecé a sentir algo que nunca había sentido con tanta intensidad, odio, odio por Nimue, por la brujería, por todo lo que me rodeaba y un único pensamiento se instalo en mi mente, venganza, terminaría con la malvada bruja que retenía a mi madre aunque se me fuera la vida en ello, terminaría con su juventud y poder, exterminándola de la faz de la tierra o de donde demonios estuviera.
            Sentí como la mirada de Asha me sondeaba, para ver en mi un resquicio de maldad o algo así, la mire con una dura mirada que no sabia que poseía, en cuanto mis ojos recayeron en los suyos instintivamente dio un paso para tras, me vi reflejada en su retina, y vi el mal aspecto que presentaba, estaba pálida y mis ojos brillaban, ¿mis ojos brillaban? La sorpresa me volvió a poner muy mal cuerpo, necesitaba verme en un espejo para ver si no era una ilusión.
            - Nhoa, tienes que tranquilizarte, no es bueno lo que esta pasando. – me dijo Asha.
            - Me puedes decir porque narices me brillan los ojos como si fueran dos linternas.
            - El odio y la sed de venganza hace esto a las brujas, y si no te calmas, puedes convertirte.
            - ¿Convertirme? ¿Convertirme en que?
            - Te convertirías en un Sonneillon.
            - ¿Un que?
            - Sonneillon, demonios del odio y la venganza.
            - ¿Pero si soy una bruja como puedo convertirme en un demonio?
         - Hay muchas cosas que no sabes y por eso tenemos que empezar con tu aprendizaje, solo puedo decirte que todos los demonios son brujas y brujos que se dejaron dominar por malos sentimientos.
            - Todo esto me esta abrumando demasiado, no entiendo nada, tengo un lio en la cabeza.
          - Es hora de deshacer ese lio y que sepas y aprendas toda la verdad, Ángelus, perdona no haberte echo caso al principio, pero es mejor que nos dejes sola, este momento solo le pertenece a ella. – dijo mirando a Ángel.
            Ángel afirmo con la cabeza, y se dispuso a marcharse pero antes me dio un abrazo que me lleno el corazón con un calor que arraso con todo lo malo que me abrumaba. Me miro a los ojos y me dio un pequeño beso en la mejilla y me dijo que me quería susurrándolo en el oído, se marcho dejándome con la esperanza de nuestro amor, desapareciendo casi por completo mi sed de venganza.
            Asha me toco el hombro rompiendo mi ensoñación.
         - Nunca le pierdas de vista, el puede ser tu salvavidas en el peor momento de tu vida, el único que puede salvar tu corazón si empieza a guardar odios y rencores. Sígueme.
        Se dirigió al otro extremo de donde estaba la puerta que me llevaba a casa, allí había otra puerta brillante, Asha la traspaso y yo detrás de ella. Entramos en una gran sala llena de estanterías repletas de libros, habían en el medio de la sala varias mesas grandes  con ocho sillas alrededor de cada una, en un rincón se encontraban varios ordenadores, era una biblioteca, parecida a la de los colegios e institutos. En uno de los extremos de la sala, había una mujer sentada, llevaba una túnica escarlata, tenia la cabeza baja sobre un libro así que no pude ver quien era hasta que nos acercamos a ella, era Layla, la bruja que tenia el Don del oído.
           - Hola Nhoa, bienvenida a la escuela de la orden.
           - Hola, Layla. – la dije por educación aunque no tenia ganas de hablar con nadie.
        - Layla, vamos a ir a mi despacho, necesito hablar largo y tendido con Nhoa, hazme el favor de anunciar que no quiero que nadie me moleste. – Mientras le decía la última frase me señalaba una puerta para que saliera por ella.
            Salimos a un largo pasillo, estaba lleno de vida, varias chicas recorrían el pasillo entrando por algunas puertas y saliendo de otras, hablaban, se reían. Era como el instituto que nunca fui. Mientras caminábamos por el pasillo hasta el otro extremo las chicas me miraban, primero con intriga y después con sorpresa, le hacían una especie de reverencia a Asha cuando pasábamos a su lado, y ella les respondía con un gesto de cabeza. Llegamos a otra puerta al final del pasillo, Asha lo abrió y me indico que entrara.
            Era un gran despacho, serio pero hermoso, había una mesa grande de roble, con tres sillas iguales, encima de la mesa solo se veía un ordenador portátil, detrás de la mesa había varias estanterías con carpetas llenas de fechas, en un rincón había dos sofás de color melocotón con una pequeña mesa de café, una alfombra en el suelo llenaba casi toda la estancia, era preciosa, llena de colores, fucsia, verde, azul, naranja, amarillo, rojo, etc. Se veía el dibujo de pájaros tropicales volando un gran cielo azul, las paredes eran de color azul verdoso, y se llenaba con varios cuadros de paisajes maravillosos. El techo era completamente de cristal, se veía el cielo con la luz del sol llenando la estancia, era tan impresionante que no podía dejar de mirar todo con la boca abierta.
              - Siéntate por favor Nhoa, ¿quieres tomar algo, un café, una coca cola? Lo que quieras.
              - Una coca cola, gracias.
              - Ya vuelvo. – Se metió por otra puerta y por lo que pude percibir era una cocina.
            Me senté en uno de los sillones, eran muy cómodos y acogedores, Asha me trajo la coca cola y ella se puso un vaso de agua, se sentó en el otro sillón enfrente de mí.
           - Bueno Nhoa, es hora de que empiece a responder a todas tus preguntas, no se si quieres que empiece yo o me preguntas tu.
               - ¿Que paso? ¿Que paso con mi madre?
              - Por lo que has podido averiguar ya lo sabes, pero se que necesitas todos los detalles. Es mejor que empiece por el principio. – Tomo un sorbo de agua y se dispuso a contarme todo.

            “Fue hace muchos años, después de que la diosa Aradia maldijera a Nimue, la juventud de esta se marchito en apenas unos segundos, quedando solamente una vieja encorvada en su lugar, Nimue volvió a su marido con ese aspecto, este al verla la quiso repudiar, Nimue que no podía soportarlo le prometió en hacer cualquier cosa si la ayudaba a volver a ser la de antes, su marido que no pudo aguantar estar casado con una vieja odiosa, le dijo el secreto para que su juventud y hermosura volvieran.
            Su marido como ya sabes es el rey de los demonios, Abaddon, la dijo que únicamente con la sangre de poderosas brujas podría volver a ser ella otra vez, pero solo podía beber de ellas con la Copa Sangrienta, un objeto maldito que había sido de la reina de los vampiros, Lilith, y que en esos momentos lo guardaba la actual reina, tenia que convertirse en una ellos y matar a la reina para quedarse con su trono y pertenencias, después de tener es sus manos la Copa tenia que secuestrar a una de las brujas mas poderosas que pudiera y desangrarla de la yugular y beber su sangre con la copa.
            Para que Nimue pudiera convertirse en vampira, tenia que beber primero la sangre de un vampiro antiguo y después morir, tanto era su ambición por el poder que con la ayuda de sus siervos, secuestraron al compañero de la reina, y aunque no quería matarlo cuando empezó a beber su sangre no pudo parar, creía que contra mas sangre mas probabilidades tenia de convertirse y salir viva de la conversión, lo mato desangrado.
            Después ordeno a sus sirvientes que la mataran pero que no la tocaran el corazón ni la cara, tardo tres días en levantarse como vampira, pero aunque ahora era inmortal, seguía siendo vieja y fea, pero con una fuerza sobrehumana.
            Hizo llamar a la reina vampira, le dijo que ella sabia donde estaba su compañero y que quería ayudar a rescatarlo, esta que la creyó se vio vuelta en una emboscada y asesinada por manos de Nimue. Nimue se proclamo reina de los vampiros consiguiendo la Copa Sangrienta.
            Como era tanto su odio hacia las brujas y su sobrina Morgana, la que ya se había convertido en una bella y poderosa suma sacerdotisa, secuestro ha esta, la sangre de su sobrina hizo de nuevo joven y bella a Nimue, reina de los demonios y vampiros, lo que no sabia que Morgana tenia una hija, hasta que Bellia, tu madre e hija de Morgana, se presento astralmente ante su madre para poder saber como salvarla, sin medir la consecuencias de sus actos ya que la descubrió Nimue.
            La orden tuvo que ocultar a Bellia hasta que tuvo que asumir el cargo de suma sacerdotisa, por lo que sabemos, Morgana duro viva hasta dos años antes de nacer tú. Fueron secuestradas dos brujas menores antes que tu madre.
            Tu madre quedo embarazada con veintiocho años, de su protector, Abel, que fue asesinado dos meses antes de tu nacimiento, pensamos que fue Nimue, pero no tenemos certezas. Tu madre que amaba con desespero a Abel, cayo en una profunda depresión llevándola casi a la muerte el día de tu nacimiento, y aunque no tenia ganas de vivir cuando te vio las fuerzas volvieron al cuerpo de tu madre, iba a luchar por su vida para poderla pasar junto a ti.
            Todo pareció normal durante tus primeros cuatro años, y aunque tu madre todavía tenia el corazón destrozado por la ausencia de Abel, vimos que fue inmensamente feliz al tenerte a su lado, y poderte dar todo su amor. Ella te amaba con una fuerza impresionante, te protegía de cualquier cosa, aunque fuera un minúsculo insecto ella te apartaba de el.
            Pero un día, algo horrible sucedió, faltaba solo tres días para que tu cumplieras los cinco años, a esa edad nosotras las brujas de la orden bautizamos a nuestras hijas bajo los poderes primordiales, estábamos preparando todo lo necesario, tu estabas jugando en un rincón de la habitación sagrada, cuando Nimue apareció ante nosotras, se te quedo mirando con extrañeza y al ver tu carita se dio cuenta que eras de su sangre, eres idéntica a tu bisabuela Kaila, quiso tocarte, pero tu madre se interpuso entre vosotras dos. Me acuerdo claramente de la sonrisa y mirada cruel que tenia Nimue en la cara. Le dijo a tu madre que o te daba a ella o tu madre tenia que ir en tu lugar, si no te asesinaría en el momento menos inesperado, tu madre le dijo que nunca te tendría que antes tenia que pasar sobre su cadáver, y Nimue le dijo que si así lo quería así iba a ser, y se marcho.
            El día de tu bautizo estábamos todas nerviosas, teníamos medio por ti, pero tenias que ser bautizada o si no jamás podrías ser bruja, antes del rito tu madre decidió esconderte hasta tu mayoría de edad, tenia que hacerte pasar por una niña normal, lejos de nosotras, en donde Nimue no te pudiera encontrar.
            Así se hizo, inmediatamente de ser bendecida tu madre desapareció contigo, nunca supimos donde te llevo, pero estábamos seguras que algún día aparecerías.
            A la semana de que tu ya no estuvieras con nosotras, Nimue vino a buscarte y al ver que habías desaparecido se puso furiosa, con la ayuda de todo su sequito secuestro a tu madre y juro que te encontraría y bebería de tu sangre hasta secarte por entero.
            Todas nos quedamos horrorizadas, intentamos volver a invocar a Aradia pero no fuimos respondidas.
            Desde ese momento no hemos podido hacer nada para salvar a tu madre, y no creas que no lo hemos intentado, hemos muerto muchas en el intento, y solo nos quedo esperar a que tu vinieras hacia nosotras y poder instruirte para ser nuestra próxima suma sacerdotisa y tenemos la esperanza que tu puedas liberarnos de Nimue.”

           - ¿Y que pasa con mi madre? ¿No me vais a instruir para salvarla? – Mi cuerpo temblaba de rabia.
           - Ya no se puede hacer nada por tu madre, apenas le quedara unos años de vida, ahora solo importas tu y tu futuro.
¡No me vengas con tonterías! ¡No voy a permitir que os olvidéis de ella! ¡No la voy a dejar allí!
            El odio empezó a invadirme de tal manera que mi mirada se nublo, solo se que mi esmeralda vibraba conmigo y su brillo ilumino toda la estancia, quería venganza y no iba a parar hasta conseguirla, no se ni como ni cuando lo hice pero de repente tuve ante mi al objetivo de mi odio, a la mujer que me había destrozado la vida, Nimue estaba ante mi con cara de sorpresa, yo la traje ante mi para destruirla, y eso es lo que iba hacer.

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