19 sept 2011

12º Capitulo

NIMUE Y SU VENGANZA
               
            Nimue llego malherida al infierno, su pelo y piel estaban completamente chamuscados, esa endiablada niñata, la había herido gravemente, aunque su herida no era solo física, su orgullo había sido insultado al haber sido casi vencida por la hija de su enemiga. Pero un ramalazo de placer le recorrió el cuerpo, al pensar en cuanta sangre tenía que tomar, y de quien iba a ser esa sangre.
            Aunque el cuerpo le dolía bastante por las quemaduras, se fue por los túneles que llevaban hasta la celda de Bellia con la rapidez de un felino. Esa bruja tenía mucho que darle y esa noche lo absorbería todo hasta que la muerte le llegara.
            Abrió la puerta dando un fuerte golpe, la cabeza de Bellia se levanto apenas porque casi no tenía fuerzas, aunque Nimue bebía una vez cada mes, lo que bebía de ella la estaba dejando sin energía ni fuerzas para seguir viviendo.
           -Hola querida sobrina, - Bellia la miro horrorizada preguntándose que le había pasado. – Si se que ahora mismo estoy algo quemada, pero esto que ves es responsabilidad de tu desgraciada hija.
            -¿Mi hija?¿Que le has echo? No te atrevas a tocarla un pelo o te matare.
            -Ja, ja, ja, ja, ja – sus carcajadas se escucharon por todo el infierno.- ¿Que tu que? No me hagas reír que me duele, tú ahora mismo no podrías matar una mosca querida.
            -No me pongas a prueba, Nimue, toca a mi hija y veras de lo que soy capaz.
           -Y tu maldita bruja no te atrevas a amenazarme, porque solo te quedan unos minutos de vida, y si me enfureces hare que sufras inmensamente hasta que sueltes tu último aliento.
        -¿Por que ahora? ¿Por que matarme ahora después de tenerme tanto tiempo con vida en esta espantosa celda?
       -Porque quiero venganza, quiero que tu hija sufra por lo que me hizo, se que el vinculo que se crea de madre a hija entre las brujas sigue intacto, aun habiendo estado tantos años separadas, y se que cada segundo de tu sufrimiento, de que cada  momento que pases muriéndote ella lo sentirá como en carne propia.
         -Eres una maldita hija…
         -Shhhhh, no me insultes no lo estropees mas, y deja de hablar llego el momento y tu sobrinita no podrás impedirlo.
            Se fue acercando a ella despacio, con una siniestra sonrisa, Bellia se dio cuenta que en sus mano llevaba la copa y una daga, volvería abrir las venas de sus muñecas y no podía impedirlo, el terror se fue dibujando en los bellos rasgos de Bellia, no quería morir, no sin antes despedirse de su amada hija, cerro los ojos y se concentro en viajar astralmente hasta ella.
         -Nhoa, cariño, despierta – Su hija estaba profundamente dormida en los brazos de su guardián, pero al escuchar la voz de su madre sus sueños se fueron despejando. – Hola mi niña, no tengo mucho tiempo, Nimue esta a mi lado y no me va a permitir comunicarme por mucho rato contigo.
         -Pero mama…
         -No espera, no digas nada, no me interrumpas, quiero decirte que aunque te abandoné, te amo, te amo con todo mi ser, y mi abandono fue por tu seguridad, siempre guarde la esperanza de pasar tiempo contigo, recuperar cada segundo que no estuve a tu lado, pero ya es imposible, es mi ultimo día, pero no llores, aunque mi cuerpo se vaya de este mundo mi espíritu quedara ligado a ti hasta que dejes de necesitarme. Te quiero mi niña, mi princesa, no te hundas por lo que pase, se fuerte y sigue con tu vida, y sobre todo no te regocijes en la venganza, no merece la pena, el amor y la felicidad necesitan de sentimientos puros y la venganza no es uno de ellos. Hija se que ahora vas a sufrir vas a sentir todo lo que yo voy a sentir, pero no olvides que gracias a nuestro vinculo yo siempre seguiré contigo, te amo, adiós hija mía.
            Y se marcho dejando a Nhoa con la boca abierta y lagrimas en los ojos, de repente un dolor inaguantable le recorría el cuerpo, empezó a encogerse y a llorar mas fuerte, sentía como si su sangre fuera succionada, y como miles de cuchillos se clavaban por todo su cuerpo, y grito, grito con todas su fuerza, grito por dolor, por impotencia, y por odio, odio a la desgraciada que estaba matando a su madre, quería salvarla, quería matar a Nimue pero no tenia el poder ni los conocimientos para hacerlo.
            Ángel se despertó al sentir los gritos de Nhoa, la abrazo con fuerzas, por que vio el sufrimiento tan intenso, y su corazón se partió por la mitad, supo en ese instante, que Nhoa no iba a ser capaz de superar ese gran dolor, la perdida de su madre. No iba a salir nada bueno de esto, y sabía que tendría que estar preparado para lo peor, y sacar fuerzas para no perder a su protegida y amada Nhoa.
            Ella estuvo llorando y gritando muchísimo tiempo, llamaba a su madre una y otra vez, mientras su cuerpo se retorcía de dolor, hasta que ese dolor desapareció y Nhoa lo supo, su madre estaba muerta, ya nunca tendría oportunidad de estar con ella, de recuperar el tiempo perdido, todo por culpa de la reina de los vampiros, y el odio hacia ella, hizo crecer una ansiada venganza en su corazón.

16 ago 2011

11º Capitulo

Ojos de fuego

          -¿Quien diablos eres tú? ¿Y con que derecho te crees para invocarme? – la irritación desdibujaba la cara de Nimue, ¿como alguien tan bello exteriormente, podría ser tan cruelmente horrible por dentro?
           -Desgraciada, quisiera poderte retorcer el cuello ahora mismo.
          -Una criatura tan ordinaria como tú no podría tocarme ni un solo pelo. – Una sonrisa cruel apareció en sus labios - Anda mira quien esta contigo, hola vieja amiga- le dijo a Asha mirándola con cara de burla.
        Asha estaba paralizada a mi lado, su cuerpo temblaba de terror, nos miraba intermitentemente a mi enemiga y a mí. Cuando Nimue la saludo sus piernas fallaron casi haciéndola caer a los pies de ella, ¿como alguien que supuestamente es tan poderoso puede temer con esa intensidad?
       -Dime Asha, ¿Quien es esta niñata de tu lado? Aunque me resulta conocida… - empezó a mirarme detenidamente, mis ojos, mi pelo, mi cara y finalmente mi esmeralda. Un gesto de reconocimiento se asomo a sus ojos. – No me lo puedo creer, vaya suerte la mía, tantos años buscándote, y tu niña tonta te me pones en bandeja de plata.
         Sus carcajadas llenaban la habitación, vi como me miraba y reía y reía, y no pude contener mas mi odio y desprecio por ella, sentí como si mi cuerpo abrasara, como si me hubieran encendido con una antorcha, desee matarla, acabar con ella para siempre, y entonces no se como de mis ojos salieron llamas de fuego directas hacia Nimue. Vi como su ropa y pelo se prendían, como su cara llena de risas se convertían en una cara de dolor y odio.
        -Te juro que me las pagaras, y contigo tu madre, aunque pensándolo mejor ella lo pagara primero, hasta pronto.
      Y desapareció ante mis ojos, me quede sin fuerzas en mi interior, lo que había echo me había dejado exhausta y sin fuerzas para sostenerme de pie, caí de rodillas junto a Asha que me miraba con horror, sentí como mi cuerpo aun ardía por dentro, y como la esmeralda me quemaba el pecho, la mire, era imposible, mi hermosa y apreciada esmeralda se había puesto de un color extraño, como si una pequeña llama ardiera dentro de ella, eso no estaba bien, algo no andaba bien en mi, asustada me levante como pude. Salí huyendo de allí al refugio de mi casa, de mi cama, quería olvidarme de todo y de todos, incluso de mi madre, todo esto no era para mi, odie mi vida, mi pasado, mi presente y mi supuesto futuro.
        Cuando llegue a mi casa, vi que Lena no se había levantado todavía, Ángel no estaba por ningún sitio, me dirigí al baño a mirarme al espejo, mi aspecto había cambiado. Mi pelo estaba como encendido, su brillo casi cegaba y se me había rizado mas aun de lo que ya lo tenia, pero lo mas sorprendente eran mis ojos, mis ojos verde como la esmeralda, eran como ella ahora, eran ojos de fuego, me estaba convirtiendo en algo horrible, fui a mi cuarto y me eche a llorar, hasta que me abandone a un profundo sueño, lleno de demonios y brujas quemadas, sueños horribles que volvieron mi sueño en la peor pesadilla de mi vida.
       Note como alguien me tocaba el hombro, y susurraban mi nombre, me desperece y abrí los ojos despacio, sentía el cuerpo y la mente cansados, y quería decir a quien me estuviera llamando que se largara y me dejara en paz, pero le vi a el, con cara de preocupación, y grandes ojeras en los ojos.
Nhoa, por fin despiertas, estaba tan asustado, llevas dos días durmiendo, tenias fiebre y no se que podía hacer.
           -¿Que? ¡Dos días! Es imposible si apenas hace unas horas que me he quedado dormida.
       -No cariño, llevas dos días. Estuve hablando con Asha y me conto todo, cuando llegue aquí te vi tumbada durmiendo pero con un sueño inquieto, me acerque para darte un beso en sueños y sentí como tu piel ardía, llevas desde entonces dormida. – Ángel me abrazo – Estaba muerto de miedo, si te llega a pasar algo me muero.
         -Que extraño, yo me siento como si hubiera dormido solo unos poco minutos. – Le mire desconcertada - ¿Asha te ha contado todo? ¿Que todo?
         -¿No te acuerdas? Todo lo que paso con Nimue.
      -Nimue…. ¡Dios! ¡Dios! ¡Que he echo! ¡Algo me pasa Ángel, me estoy convirtiendo en algo monstruoso! – Mis lágrimas volvieron a caer inconteniblemente, estaba al borde del histerismo.
            -Calma Nhoa, cálmate, todo tiene una explicación, mi amor, pero necesito que te calmes.
            -Necesito que me abraces, abrázame por favor.
            Y me abrazo con fuerza, sentí como su mano acariciaba mi espalda, sus palabras me calmaban la desesperación que sentía mi corazón, me tire horas llorando en sus brazos, hasta que mis lagrimas se secaron. Su presencia me llenaba de paz, le necesitaba de una manera demasiado fuerte, necesitaba sus besos, sus caricias, su amor.
            Sin pensármelo dos veces, empecé a besarle, primero con ternura y suavemente, luego mientras un calor hermoso llenaba mi corazón le bese mas apasionadamente, nunca había estado con ningún chico, y quería que el fuera el primero, era delicioso sentir sus besos y mas cuando se dejo llevar por toda la pasión que nos rodeaba.
            Sus caricias se volvieron mas intensas, me tocaba por todas las partes de mi cuerpo, con las manos, con sus labios, hasta que finalmente la desesperación por querer algo mas nos inundo a los dos. Nos desnudamos mutuamente, queríamos sentir nuestra piel, uno pegado al otro, y toda la ropa nos estorbaba, fue hermoso a la vez que doloroso cuando entro en mi por primera vez, pero el amor que sentía por el me lleno, quitándome todos los miedos y preocupaciones de la mente, su amor me salvaría, su amor haría de mi la mujer mas feliz del mundo. Acabamos agotados uno en brazos del otro, pero llenos de felicidad, y sobre todo de amor, caímos en un suave sueño, lleno de prosperas promesas y preciosa esperanza, y mi esmeralda brillo intensamente con la luz de esa esperanza, con un verde intenso que protegió nuestros sueños.

5 ago 2011

10º Capitulo

SED DE VENGANZA
            Después de que mi cuerpo quedara totalmente vacio, me sentí terriblemente mal, me di cuenta que las sorpresas de mi nueva vida no habían acabado, todo mi mundo se estaba derrumbando y ni siquiera sabia como seguir hacia delante.
            Cuando termine de tener lastima de mi misma me acorde de mi madre, ella estaba peor que yo, encerrada en una horrible celda, mientras su tía abuela la chupaba la sangre, se me empezó a secar la boca y una sabor amargo recorrió mi lengua, empecé a sentir algo que nunca había sentido con tanta intensidad, odio, odio por Nimue, por la brujería, por todo lo que me rodeaba y un único pensamiento se instalo en mi mente, venganza, terminaría con la malvada bruja que retenía a mi madre aunque se me fuera la vida en ello, terminaría con su juventud y poder, exterminándola de la faz de la tierra o de donde demonios estuviera.
            Sentí como la mirada de Asha me sondeaba, para ver en mi un resquicio de maldad o algo así, la mire con una dura mirada que no sabia que poseía, en cuanto mis ojos recayeron en los suyos instintivamente dio un paso para tras, me vi reflejada en su retina, y vi el mal aspecto que presentaba, estaba pálida y mis ojos brillaban, ¿mis ojos brillaban? La sorpresa me volvió a poner muy mal cuerpo, necesitaba verme en un espejo para ver si no era una ilusión.
            - Nhoa, tienes que tranquilizarte, no es bueno lo que esta pasando. – me dijo Asha.
            - Me puedes decir porque narices me brillan los ojos como si fueran dos linternas.
            - El odio y la sed de venganza hace esto a las brujas, y si no te calmas, puedes convertirte.
            - ¿Convertirme? ¿Convertirme en que?
            - Te convertirías en un Sonneillon.
            - ¿Un que?
            - Sonneillon, demonios del odio y la venganza.
            - ¿Pero si soy una bruja como puedo convertirme en un demonio?
         - Hay muchas cosas que no sabes y por eso tenemos que empezar con tu aprendizaje, solo puedo decirte que todos los demonios son brujas y brujos que se dejaron dominar por malos sentimientos.
            - Todo esto me esta abrumando demasiado, no entiendo nada, tengo un lio en la cabeza.
          - Es hora de deshacer ese lio y que sepas y aprendas toda la verdad, Ángelus, perdona no haberte echo caso al principio, pero es mejor que nos dejes sola, este momento solo le pertenece a ella. – dijo mirando a Ángel.
            Ángel afirmo con la cabeza, y se dispuso a marcharse pero antes me dio un abrazo que me lleno el corazón con un calor que arraso con todo lo malo que me abrumaba. Me miro a los ojos y me dio un pequeño beso en la mejilla y me dijo que me quería susurrándolo en el oído, se marcho dejándome con la esperanza de nuestro amor, desapareciendo casi por completo mi sed de venganza.
            Asha me toco el hombro rompiendo mi ensoñación.
         - Nunca le pierdas de vista, el puede ser tu salvavidas en el peor momento de tu vida, el único que puede salvar tu corazón si empieza a guardar odios y rencores. Sígueme.
        Se dirigió al otro extremo de donde estaba la puerta que me llevaba a casa, allí había otra puerta brillante, Asha la traspaso y yo detrás de ella. Entramos en una gran sala llena de estanterías repletas de libros, habían en el medio de la sala varias mesas grandes  con ocho sillas alrededor de cada una, en un rincón se encontraban varios ordenadores, era una biblioteca, parecida a la de los colegios e institutos. En uno de los extremos de la sala, había una mujer sentada, llevaba una túnica escarlata, tenia la cabeza baja sobre un libro así que no pude ver quien era hasta que nos acercamos a ella, era Layla, la bruja que tenia el Don del oído.
           - Hola Nhoa, bienvenida a la escuela de la orden.
           - Hola, Layla. – la dije por educación aunque no tenia ganas de hablar con nadie.
        - Layla, vamos a ir a mi despacho, necesito hablar largo y tendido con Nhoa, hazme el favor de anunciar que no quiero que nadie me moleste. – Mientras le decía la última frase me señalaba una puerta para que saliera por ella.
            Salimos a un largo pasillo, estaba lleno de vida, varias chicas recorrían el pasillo entrando por algunas puertas y saliendo de otras, hablaban, se reían. Era como el instituto que nunca fui. Mientras caminábamos por el pasillo hasta el otro extremo las chicas me miraban, primero con intriga y después con sorpresa, le hacían una especie de reverencia a Asha cuando pasábamos a su lado, y ella les respondía con un gesto de cabeza. Llegamos a otra puerta al final del pasillo, Asha lo abrió y me indico que entrara.
            Era un gran despacho, serio pero hermoso, había una mesa grande de roble, con tres sillas iguales, encima de la mesa solo se veía un ordenador portátil, detrás de la mesa había varias estanterías con carpetas llenas de fechas, en un rincón había dos sofás de color melocotón con una pequeña mesa de café, una alfombra en el suelo llenaba casi toda la estancia, era preciosa, llena de colores, fucsia, verde, azul, naranja, amarillo, rojo, etc. Se veía el dibujo de pájaros tropicales volando un gran cielo azul, las paredes eran de color azul verdoso, y se llenaba con varios cuadros de paisajes maravillosos. El techo era completamente de cristal, se veía el cielo con la luz del sol llenando la estancia, era tan impresionante que no podía dejar de mirar todo con la boca abierta.
              - Siéntate por favor Nhoa, ¿quieres tomar algo, un café, una coca cola? Lo que quieras.
              - Una coca cola, gracias.
              - Ya vuelvo. – Se metió por otra puerta y por lo que pude percibir era una cocina.
            Me senté en uno de los sillones, eran muy cómodos y acogedores, Asha me trajo la coca cola y ella se puso un vaso de agua, se sentó en el otro sillón enfrente de mí.
           - Bueno Nhoa, es hora de que empiece a responder a todas tus preguntas, no se si quieres que empiece yo o me preguntas tu.
               - ¿Que paso? ¿Que paso con mi madre?
              - Por lo que has podido averiguar ya lo sabes, pero se que necesitas todos los detalles. Es mejor que empiece por el principio. – Tomo un sorbo de agua y se dispuso a contarme todo.

            “Fue hace muchos años, después de que la diosa Aradia maldijera a Nimue, la juventud de esta se marchito en apenas unos segundos, quedando solamente una vieja encorvada en su lugar, Nimue volvió a su marido con ese aspecto, este al verla la quiso repudiar, Nimue que no podía soportarlo le prometió en hacer cualquier cosa si la ayudaba a volver a ser la de antes, su marido que no pudo aguantar estar casado con una vieja odiosa, le dijo el secreto para que su juventud y hermosura volvieran.
            Su marido como ya sabes es el rey de los demonios, Abaddon, la dijo que únicamente con la sangre de poderosas brujas podría volver a ser ella otra vez, pero solo podía beber de ellas con la Copa Sangrienta, un objeto maldito que había sido de la reina de los vampiros, Lilith, y que en esos momentos lo guardaba la actual reina, tenia que convertirse en una ellos y matar a la reina para quedarse con su trono y pertenencias, después de tener es sus manos la Copa tenia que secuestrar a una de las brujas mas poderosas que pudiera y desangrarla de la yugular y beber su sangre con la copa.
            Para que Nimue pudiera convertirse en vampira, tenia que beber primero la sangre de un vampiro antiguo y después morir, tanto era su ambición por el poder que con la ayuda de sus siervos, secuestraron al compañero de la reina, y aunque no quería matarlo cuando empezó a beber su sangre no pudo parar, creía que contra mas sangre mas probabilidades tenia de convertirse y salir viva de la conversión, lo mato desangrado.
            Después ordeno a sus sirvientes que la mataran pero que no la tocaran el corazón ni la cara, tardo tres días en levantarse como vampira, pero aunque ahora era inmortal, seguía siendo vieja y fea, pero con una fuerza sobrehumana.
            Hizo llamar a la reina vampira, le dijo que ella sabia donde estaba su compañero y que quería ayudar a rescatarlo, esta que la creyó se vio vuelta en una emboscada y asesinada por manos de Nimue. Nimue se proclamo reina de los vampiros consiguiendo la Copa Sangrienta.
            Como era tanto su odio hacia las brujas y su sobrina Morgana, la que ya se había convertido en una bella y poderosa suma sacerdotisa, secuestro ha esta, la sangre de su sobrina hizo de nuevo joven y bella a Nimue, reina de los demonios y vampiros, lo que no sabia que Morgana tenia una hija, hasta que Bellia, tu madre e hija de Morgana, se presento astralmente ante su madre para poder saber como salvarla, sin medir la consecuencias de sus actos ya que la descubrió Nimue.
            La orden tuvo que ocultar a Bellia hasta que tuvo que asumir el cargo de suma sacerdotisa, por lo que sabemos, Morgana duro viva hasta dos años antes de nacer tú. Fueron secuestradas dos brujas menores antes que tu madre.
            Tu madre quedo embarazada con veintiocho años, de su protector, Abel, que fue asesinado dos meses antes de tu nacimiento, pensamos que fue Nimue, pero no tenemos certezas. Tu madre que amaba con desespero a Abel, cayo en una profunda depresión llevándola casi a la muerte el día de tu nacimiento, y aunque no tenia ganas de vivir cuando te vio las fuerzas volvieron al cuerpo de tu madre, iba a luchar por su vida para poderla pasar junto a ti.
            Todo pareció normal durante tus primeros cuatro años, y aunque tu madre todavía tenia el corazón destrozado por la ausencia de Abel, vimos que fue inmensamente feliz al tenerte a su lado, y poderte dar todo su amor. Ella te amaba con una fuerza impresionante, te protegía de cualquier cosa, aunque fuera un minúsculo insecto ella te apartaba de el.
            Pero un día, algo horrible sucedió, faltaba solo tres días para que tu cumplieras los cinco años, a esa edad nosotras las brujas de la orden bautizamos a nuestras hijas bajo los poderes primordiales, estábamos preparando todo lo necesario, tu estabas jugando en un rincón de la habitación sagrada, cuando Nimue apareció ante nosotras, se te quedo mirando con extrañeza y al ver tu carita se dio cuenta que eras de su sangre, eres idéntica a tu bisabuela Kaila, quiso tocarte, pero tu madre se interpuso entre vosotras dos. Me acuerdo claramente de la sonrisa y mirada cruel que tenia Nimue en la cara. Le dijo a tu madre que o te daba a ella o tu madre tenia que ir en tu lugar, si no te asesinaría en el momento menos inesperado, tu madre le dijo que nunca te tendría que antes tenia que pasar sobre su cadáver, y Nimue le dijo que si así lo quería así iba a ser, y se marcho.
            El día de tu bautizo estábamos todas nerviosas, teníamos medio por ti, pero tenias que ser bautizada o si no jamás podrías ser bruja, antes del rito tu madre decidió esconderte hasta tu mayoría de edad, tenia que hacerte pasar por una niña normal, lejos de nosotras, en donde Nimue no te pudiera encontrar.
            Así se hizo, inmediatamente de ser bendecida tu madre desapareció contigo, nunca supimos donde te llevo, pero estábamos seguras que algún día aparecerías.
            A la semana de que tu ya no estuvieras con nosotras, Nimue vino a buscarte y al ver que habías desaparecido se puso furiosa, con la ayuda de todo su sequito secuestro a tu madre y juro que te encontraría y bebería de tu sangre hasta secarte por entero.
            Todas nos quedamos horrorizadas, intentamos volver a invocar a Aradia pero no fuimos respondidas.
            Desde ese momento no hemos podido hacer nada para salvar a tu madre, y no creas que no lo hemos intentado, hemos muerto muchas en el intento, y solo nos quedo esperar a que tu vinieras hacia nosotras y poder instruirte para ser nuestra próxima suma sacerdotisa y tenemos la esperanza que tu puedas liberarnos de Nimue.”

           - ¿Y que pasa con mi madre? ¿No me vais a instruir para salvarla? – Mi cuerpo temblaba de rabia.
           - Ya no se puede hacer nada por tu madre, apenas le quedara unos años de vida, ahora solo importas tu y tu futuro.
¡No me vengas con tonterías! ¡No voy a permitir que os olvidéis de ella! ¡No la voy a dejar allí!
            El odio empezó a invadirme de tal manera que mi mirada se nublo, solo se que mi esmeralda vibraba conmigo y su brillo ilumino toda la estancia, quería venganza y no iba a parar hasta conseguirla, no se ni como ni cuando lo hice pero de repente tuve ante mi al objetivo de mi odio, a la mujer que me había destrozado la vida, Nimue estaba ante mi con cara de sorpresa, yo la traje ante mi para destruirla, y eso es lo que iba hacer.

25 jul 2011

9º Capitulo

LO INESPERADO
            Se aparto un poco de mi, me miraba todavía con sorpresa, la incredulidad se le veía reflejada, se puso de pie dando vueltas y negando con la cabeza.
            - No puede ser, es imposible – me miro y se volvió a sentar frente a mi, sobre la mesita de salón – Escúchame Nhoa, necesito que me digas detalladamente que ha pasado, posiblemente te has desmallado y has creído haber viajado astralmente, pero es imposible todavía eres una iniciada, cuéntame.
             - Estas un poco ansioso ¿no? Tampoco es para tanto.
             - Si es para tanto, solo una iniciada ha tenido ese poder, solo una, fue hace muchos años, y no fue nada bueno.
             - ¿Por que no fue bueno?
             - Porque casi nos lleva a la destrucción de todo mundo conocido, pero yo no me se los detalles de todo, pero  necesito que me expliques que te ha pasado para decidir si vale la pena molestar a la sacerdotisa.
             - Bueno, me sentí algo extraña, todo lo que me ha pasado en las ultimas horas a sido muy impactante para mi, desee estar con mi madre, que me diera el cariño y el apoyo que necesito. Empezó a zumbarme los oídos y sentí que mi cuerpo viajaba, como si me trasportara de repente, entonces me encontré en medio de una celda oscura y fría y vi a mi madre encadenada a la pared, en el momento que me vio me empezó a gritar que me fuera, que no se quien no me podía ver allí, y volví de regreso aquí junto a ti. Por cierto tenias una terrible cara de preocupación ¿Por que?
              - Porque de un momento a otro habías puesto los ojos en blanco como metida en un trance y tu esmeralda no dejaba de brillar intensamente. Pero nos tenemos que ir, tenemos que volver junto a la Orden. Asha tiene que enterarse de esto.
              - No, no me apetece ir tengo que quedarme aquí junto a Lena.
              - No te preocupes no se enterara, cuando estamos allí el mundo humano se para tal cual esta.
              - ¿Como…?
              - No te darías cuenta anoche pero volvimos aquí a la hora exacta en la que te fuiste.
              - No me di cuenta estaba centrada en otra cosa.
              - Lo se mi amor, pero ahora tenemos que ir, es importante, no te pediría que fueras si no fuera así, por favor.
               - De acuerdo vamos.
               Nos marchamos hacia el cuarto de arriba, donde estaba la puerta, fuimos hasta donde el libro sagrado nos esperaba. En el momento que entramos ahí estaba Asha, esperándome.
               - Sabia que venias, lo sentí.
               - Espera Asha hay algo importante que te tengo que contar – le dijo Ángel
               - Puede esperar. Nhoa tiene que empezar con su aprendizaje.
               - Primero nos tienes que escuchar, Nhoa puede….
               - ¡Basta Ángelus!, he dicho que voy a enseñar a Nhoa sobre sus poderes
               - Posiblemente ella te pueda enseñar  más de lo que tú la quieres enseñar a ella.
               - ¡Como te atreves a hablarme así! ¡Te ha cegado demasiado tu deber hacia ella! ¡Vete y déjanos solas! – No me gusto nada el brillo que apareció en sus ojos, por un momento pude ver algo parecido al odio.
                - Espera Asha – Intente apaciguar – tienes que escucharle, si no fuera importante no te habría hablado así. Por favor escúchale.
                - Bueno de acuerdo pero si no es importante, se marchara de inmediato.
                - Te lo juro así lo hará.
                Ángel empezó a contarle todo, y la cara de Asha empezó a transformarse desde la ira a la incredulidad, y desde ella a la incertidumbre de si todo era cierto. Me miro de manera muy rara mientras Ángel terminaba de decirle todo lo ocurrido, cuando acabo de hablarle, la note que se ponía nerviosa, tampoco había echo nada tan raro, mi madre podía viajar astralmente, posiblemente yo lo había heredado de ella. Se puso a mirar el libro hasta que se paro en una de sus páginas, y con un gesto me indico que me acercara.
            Vi que en la pagina de la izquierda había una hermosa mujer retratada, pero igual de hermosa era la crueldad reflejada en la imagen de su cara, tenia una sonrisa cínica y unos ojos llenos de envidia y maldad, era tan increíblemente real su imagen que hasta me pareció verla mirarme con odio.
             - Esta es Nimue.
             - ¿La dama del Lago? Pero eso no es del cuento del rey Arturo.
             - No es cuento, es real, y la Dama existió, era una bruja mas allá del bien y del mal, aunque las historia cuentan que se inclinaba mas hacia el bien, y eso es lo que queremos creer.
             - Entonces si no era mala ni buena, ¿Por que tenia esta crueldad dibujada en los ojos?
             - Porque esta no es la Dama del Lago, es su descendiente y tocaya.
             - ¡Ah! Vale
             - Bueno, escúchame necesito que leas atentamente  la historia de Nimue.


Historia de Nimue

            “Nimue nació en 1894, el 29 de febrero, un año bisiesto con muchos acontecimientos para el mundo. La madre de Nimue, Génesis, una bruja muy poderosa que murió en el parto de su hija, su padre, Marcus, protector de Génesis. Nimue es descendiente de la Dama del Lago, al haber nacido con el cabello blanco se le otorgo el nombre de la Dama.
            Al cumplir 18 años, Nimue fue dispuesta para su iniciación a la Orden, dándonos a conocer un gran poder nunca conocido, en el rito de su iniciación, Nimue fue otorgada y bendecida con cinco de los poderes primordiales, algo nunca visto antes, creímos que era la sexta bruja, la que predestinaba nuestro libro sagrado, pero solo tenia cinco poderes, no seis. Aunque logro a los pocos días de su iniciación saber manejar todos sus poderes. La convirtió en la bruja más poderosa conocida.
            Fue tanto su poder que a Nimue en poco tiempo el poder la corrompió, era una bruja ambiciosa, y deseaba ser nuestra suma sacerdotisa, pero ese cargo le pertenecía a su hermana Kaila, la bruja con el poder del tacto, y mayor que Nimue.
            Tanto fue su ambición que asesino a su hermana usando magia negra, algo prohibido y cruelmente castigado dentro de nuestra orden, pero aun así no podía acceder al cargo, porque Kaila tenía una hija, Morgana. Aunque era solo una niña ha ella le pertenecía el ser suma sacerdotisa cuando creciera, y mientras solo la segunda a cargo podría guardar el puesto.
            Nimue quiso asesinar a la niña, pero una de nuestras hermanas la sorprendió y la ataco con un hechizo de paralización, esta bruja aviso a toda la Orden que decidió conjuntamente retirarle los poderes a Nimue y expulsarla de nuestra hermandad.
            Nimue se convirtió en humana, pero odiaba tanto no tener poder que se unió a nuestros grandes enemigos y al rey de los demonios, se unió a el como esposa, y consiguió poderes malvado y la eterna juventud.
            Hizo tanto mal en el mundo que la Orden tomo una decisión nunca tomada, invocaron a la diosa Aradia, Reina de las brujas y nuestra protectora, la única capaz de detener a Nimue.
            Aradia se sintió destrozada al ver en lo que se había convertido una de sus hijas, y aunque se había convertido en un demonio aun tenia sangre de bruja, Aradia la llevo ante ella y la castigo en que su eterna juventud fuera la eterna vejez, retirándola con su juventud todo su poder.
            Nimue volvió junto a su marido, el que le conto que solo la sangre de brujas poderosas volverían hacerla bella, Nimue ha ido secuestrando brujas para irlas desangrando poco a poco, le duraban un año, dos, hasta un siglo dependiendo de la fuerza de la bruja secuestrada.
            Solo la verdadera elegida podría acabar con ella, ya que esta tendrá todos los poderes primordiales y su sangre la envenenara.”
            
            Todavía no me podía creer lo que había leído, me tenia que chupar la sangre para derrotar aun bruja o demonio lo que fuera esa mujer, se me estaba revolviendo el estomago y me estaba mareando.
            - ¿Estas bien Nhoa? – me dijo Ángel con cara de preocupación.
            - Estoy un poco mareada, pero se me pasara, ¿Que tengo que ver yo con esta mujer?
             Se acerco Asha a mí y me toco el hombro intentando reconfortarme.
            - Tu madre Bellia esta secuestrada por ella, y tu madre es la nieta de Kaila, hija de Morgana, la sobrina nieta de Nimue, tu eres familia de Nimue, Nhoa, y el poder manejar poderes que todavía no te han enseñado, nos avisa del poder que tienes y de que puedes corromperte igual que ella.
             Ahora si que me quería morir, yo era familia de la bruja mas mala que te pudieras echar a la cara, y encima creían que me iba a convertir en ella, mi estomago no lo pudo digerir, y vomite hasta que me dolió el cuerpo entero.

16 jul 2011

8º Capitulo

MIS PRIMEROS PODERES

            Desperté algo confundida, todo el sueño que había tenido era demasiado fantástico hasta para mi, como iba yo a ser bruja si las brujas no existían, ¿o si?
            Note una mano en mi cintura, me gire y le vi, ahí estaba con los ojos cerrados, dormía plácidamente a mi lado con una brillante sonrisa en los labios, no había sido un sueño, mi mente confundida empezó a despejarse y me di cuenta que todo había sido real. Le mire durante varios minutos hasta que empezó a despertarse, acaricie su mejilla, quería darle un beso pero la timidez me podía.
            - Buenos días mi amor, ¿llevas mucho despierta? – me había llamado mi amor y mi corazón se había derretido.
            - No, me acabo de despertar – mentí. – Tenemos que hablar Ángel. Estoy todavía muy confundida y necesito que me expliques todo – le dije con la intención de levantarme.
            - Espera – me cogió de la muñeca – no te levantes, deja que te abrace por un rato, pensaba que nunca podría hacerlo.
            - ¿Por que? – le dije acurrucándome en sus brazos.
            - Porque estaba predestinado para otra mujer que no sabia que eras tu, y me había enamorado locamente de ti. Si tú no hubieras sido mi protegida nunca hubiera podido estar contigo.
            - No lo entiendo.
            - Los guardianes están creados para sus brujas y nunca puede haber nadie que se interponga entre ellos, si no la bruja podría ser dañada mortalmente por alguno de nuestros enemigos.
            - Joder, ahora resulta que tengo enemigos que quieren matarme, lo que me faltaba. – me levante rápidamente para que no intentara retenerme en su abrazo.
            - Nhoa, se que tienes muchas preguntas, pero yo no te puedo dar las respuestas, si que tenemos muchos enemigos, demonios que amenazan diariamente a la humanidad, y solo vosotras sois capaces de detenerlos, no te puedo decir mas que esto.
            - ¿Pero…..?
            - Por favor, se que estas impaciente para que te den todas las respuestas, - dijo mientras se levantaba y cogía mis manos – pero te pido paciencia, tenemos unas pocas horas para estar totalmente solos después Asha querrá hablar contigo y empezar a instruirte en tus deberes, vamos a tener muy poco tiempo y quisiera aprovecharlo al máximo, por favor.
            Vi que hablaba en serio, que sus ojos me suplicaban que me centrara solo en él, lo único que podía hacer era ceder y posponer mi deseo de toda la verdad, cogí su cuello con mis brazos y me dispuse ha besarlo, cuando de repente la puerta de entrada se abrió dando paso a mi querida e inoportuna amiga Lena,                       ¡Lena! Se me había olvidado que había estado toda la noche en el hospital cuidando de Charlie.
             - Lena cariño, ¿que ha pasado? ¿como esta Charlie?
             - ¿Estabais a punto de besaros?- dijo mi amiga con la sorpresa dibujada en la cara, estaba ojerosa y mas pálida que un muerto.
             - Eso no es lo importante ahora,- la di un abrazo y la dirigí al sillón para que se sentara – explícame lo que ha pasado.
             Cuando toque una lágrima que caía por su mejilla, lo vi todo, vi como estaba Charlie, que le había pasado y como mi amiga se había pasado toda la noche llorando junto al cuerpo de su novio. Charlie había muerto, algo le había asestado una gran descarga eléctrica que le había parado el corazón, o eso le decía el policía que se lo explicaba a Lena.
            Me separe de un salto de ella, algo muy extraño había sucedido, era como si la hubiera leído la mente, pero era como si yo fuera ella, como si hubiera sido a mi a quien le habían dado la noticia, como si yo hubiera sentido el gran desgarro del corazón de Lena, solo pude llorar por ella mientras Lena me miraba con extrañeza como si yo me hubiera vuelto loca.
            - Se lo que ha pasado, lo siento cariño, lo siento mucho,- la dije arrodillándome a sus pies y cogiéndole las manos.
            - ¿Como lo puedes saber? Yo no he abierto la boca, Nhoa ¿que te pasa?
            - He llamado al hospital y me lo han contado,- le dijo Ángel para acallar sus preguntas, - se lo he contado hace unos minutos.
            - Pero entonces ¿por que me lo ha preguntado al entrar?
            - Porque no me ha creído – Ángel se estaba poniendo nervioso, y no sabía que excusa inventarse más.
            - Lena perdóname, no creí que Ángel me estuviera diciendo la verdad, pero al ver tus lágrimas he sabido que si lo había echo, - tenía que cortar la curiosidad de Lena, tenia la impresión que no podía decirle nada de lo que había pasado.
            - Bueno esta bien, perdóname que no te de detalles ahora Nhoa pero necesito irme acostar. – Se levanto y se marcho a su cuarto
             Me quede allí arrodillada sin saber que hacer, mi amiga había pasado la peor noche de su vida mientras yo estaba convirtiéndome en una especie de bruja, y pasando mi mejor noche en los brazos de Ángel, ni si quiera me había acordado de ella ni de Charlie. Angel me ayudo a levantarme del suelo y me sentó en el sillón, me estaba diciendo algo pero no podía entenderlo, todo había sido demasiado intenso para mi, mi iniciación, mi recién relación con Ángel, el sufrimiento de mi amiga, la muerte de su novio, y la aparición de mi primer poder. Todo era tan abrumador, la cabeza me daba vueltas, me sentía enferma, desorientada y demasiado confundida. Podía ver a Ángel frente a mi con cara de preocupación, me decía algo, creo que me llamaba, pero un irritante zumbido tapaba mis oídos, entonces pensé en ella, la necesitaba, quería a mi madre conmigo.
            De repente me vi trasportada a otro lugar, estaba oscuro, solo había un hilo de luz que salía de una estrecha ventana que estaba muy alto de una pared, creo que estaba en una especie de celda, había cadenas en las paredes que tenían en un extremo unas esposas, alguien colgaba de esas cadenas, parecía una mujer. Estaba medio caída hacia delante, llevaba un andrajoso vestido, una gran mata de pelo negro le caía en la cara ocultando sus facciones, me acerque aun con el miedo estremeciendo mi columna, vi que mientras me acercaba reflejos rojos salían de su cabello, no era negro como me había parecido, era rojo sangre, como el pelo de mi madre, mi madre….
           - ¿Mama? – dije susurrando.
           Levanto su cara hacia mí y la pude ver claramente, aunque la suciedad cubría su rostro.
           - ¿Nhoa? ¡Oh no! Hija tu no puedes estar aquí si te ve sabrá que existes y te buscara, márchate, ¡Márchate ya!
           Y me marche, volviendo a mi casa, otra vez veía la cara de Ángel, estaba gritando pronunciando mi nombre desesperado.
           - ¡Nhoa, Nhoa! ¿por dios que te pasa?
           - Creo que he viajado astralmente – le dije mirándolo a los ojos y viendo la sorpresa reflejada en ellos.

12 jul 2011

7º Capitulo

LA INICIACIÓN

            Vi como Asha sacaba una pequeña daga de su túnica, su hoja era casi cegadora del brillo que tenia, tenia ondulaciones en la hoja y una punta muy fina, el mango parecía de oro y por lo que puede distinguir tenia una serpiente enredada en el mango con los ojos de dos pequeñas esmeraldas.
            Mi cuerpo empezó a temblar, quería irme, no quería saber nada de esto, pero una fuerza invisible me sujetaba al suelo, estaba completamente paralizada, solo podía mirar a mi alrededor e intentar imaginarme las caras de las mujeres que me rodeaban. Mire hacia una esquina a las afueras del circulo, había otra figura allí situada, se había quitado la capucha pero a pesar de no llevarla puesta, las sombras ocultaban los rasgos de la cara, lo único que podía vislumbrar eran unos ojos azules maravillosos, espera esos ojos me recordaban a….
            - Nhoa, atiende, ya vamos a empezar. – Me dijo Asha
            - ¿Qué? Perdona, es que me había distraído. – Esos ojos eran los de él
            - Ahora entre todas nosotras vamos a dictarte un conjuro de fidelidad a la Orden, tu lo tendrás que repetir, con la daga te hare un corte en tu mano izquierda, dejaremos que una gota de tu sangre caiga en medio de la estrella, después tu guardián sellara tu herida con su propia sangre, eso os unirá para la eternidad.
             - ¿Mi guardián?
             - Si, Ángelus date a conocer a tu protegida, acércate y entra en el círculo.
             Vi como se acercaba, como su rostro se dejaba entrever mientras se acercaba al círculo, dos de las brujas separaron sus manos dejándolo entrar en él. No podía caber en mi incredulidad, ahí estaba mirándome fijamente, con una sonrisa que eclipsaba cualquier luz, sus hoyuelos se marcaban dándole esa imagen de inocencia. Ángel estaba frente a mí, era mi guardián y el dueño de mi corazón.
           - Ven acércate hermano, coge su mano izquierda, y Nhoa repite nuestras palabras.
           Entonces todas las allí reunidas empezaron a recitar juntas, mientras yo miraba a los ojos a Ángel, cuando me toco mi turno de repetir las palabras, mis manos empezaron a sudar y a temblar, Ángel apretó mi mano dándome ánimos, y entonces me sentí segura, él estaba ahí para mi y siempre lo estaría.

“Te pedimos a ti, poderes primordiales,
Que bendigas a nuestra hermana con los poderes sensoriales,
Unimos nuestras manos, unimos nuestras almas,
Unimos nuestros corazones con una gran esperanza.
Sangre de nuestra sangre, esencia de poder,
Santiguado nuestro templo, nos unimos en el anochecer.
Vista, tacto, gusto, oído y olfato,
Junto al sexto, Espíritu y Sentimiento.
Nuestras almas te regalamos, y nuestro poder santiguamos.”

            En el momento que cortaron mi mano una gran gota roja cayo sobre la estrella justo en el medio, sentí como mi cuerpo vibraba junto a la esmeralda de mi cuello, esta se levanto hasta ponerse entre Ángel y yo, Asha corto la mano izquierda de él, y unieron nuestras manos, en el momento que su sangre se junto a la mía, un torbellino cubrió nuestros cuerpos levantándonos del suelo, el brillo de la esmeralda nos cubría por entero, entonces lo empecé a sentir, era un poder inimaginable, recorría toda mi piel, todo mi cuerpo, mi visión empezó a agudizarse, podía ver cada mota de polvo en el aire, cada poro de la piedra que cubría las paredes, sentí  todo lo que sentían a mi alrededor, escuche hasta el aleteo de una mosca, saboree el antiguo aire que me cubría, y lo sentí juro que lo sentí, en esa estancia había miles de espíritus, espíritus poderosos, estaban a mi alrededor mirándome, y llenándome de paz.
            Fuimos bajando de nuevo al suelo, girando sobre nosotros mismos, le mire, mire dentro de sus ojos, en su alma y supe en ese mismo instante que estábamos unidos eternamente por un lazo mágico, que estábamos predestinados a estar juntos por siempre, hasta el día de nuestra muerte y también supe que el lo sabia.
            Cuando llegamos al suelo, toda la magia que nos rodeaba desapareció dejando solo un suave cosquilleo en la piel, y dejando un gran vacio en mi interior, note que Ángel seguía sujetando mi mano.
            Asha se arrodillo ante mí al igual que todas las brujas, me miraban con respeto pero a la vez con miedo.
            - Mi señora sabia que era usted, le ofrezco mis respetos y mi fidelidad incondicional, ante usted me postro y ante usted extiendo mi poder. – La última frase fue repetida por todos los presentes.
            - Gracias, pero por favor levantaos todas me siento muy incomoda con todo esto, y muy cansada…
            - No se preocupe, el ritual ha terminado, si quiere puede ir a dormir y mañana hablaremos de todo, si necesita algo solo llámeme con la mente y estaré ahí en un segundo.
            - Gracias. – Y se marcharon todos menos Ángel. – Necesito volver a casa.
             Cogió mi mano y me llevo hasta la puerta mágica que me llevaba hasta mi casa, me guió a través de ella, y nos fuimos hacia el salón, me senté en el sofá mientras Ángel iba a por un vaso de agua, y la verdad es que lo necesitaba desesperadamente, mi garganta estaba como la lija.
            Se sentó a mi lado y espero a que yo bebiera, cuando termine me quito el vaso dejándolo encima de la mesa, y sin ni siquiera darme cuenta se acerco a mi, cogió mi cara entre sus manos y sus labios acariciaron los míos, primero con un suave beso, me daba varios pequeños picos en las comisuras, hasta que mis brazos rodearon su cuello, su beso profundizo, recorriendo mi boca con su lengua, llevaba meses esperando este beso, pero nunca imagine que fuera tan increíble. No paramos de besarnos casi en toda la noche llegándome a olvidar de todo a mi alrededor, no hablamos, solo nos mirábamos, nos besábamos y sentimos que nuestra unión se hacia mas fuerte, no quería que terminara nunca hasta que el cansancio me pudo y me quede dormida en sus brazos, en el sillón, esa noche no soñé nada mas que con el y con el sabor de sus besos.