25 jul 2011

9º Capitulo

LO INESPERADO
            Se aparto un poco de mi, me miraba todavía con sorpresa, la incredulidad se le veía reflejada, se puso de pie dando vueltas y negando con la cabeza.
            - No puede ser, es imposible – me miro y se volvió a sentar frente a mi, sobre la mesita de salón – Escúchame Nhoa, necesito que me digas detalladamente que ha pasado, posiblemente te has desmallado y has creído haber viajado astralmente, pero es imposible todavía eres una iniciada, cuéntame.
             - Estas un poco ansioso ¿no? Tampoco es para tanto.
             - Si es para tanto, solo una iniciada ha tenido ese poder, solo una, fue hace muchos años, y no fue nada bueno.
             - ¿Por que no fue bueno?
             - Porque casi nos lleva a la destrucción de todo mundo conocido, pero yo no me se los detalles de todo, pero  necesito que me expliques que te ha pasado para decidir si vale la pena molestar a la sacerdotisa.
             - Bueno, me sentí algo extraña, todo lo que me ha pasado en las ultimas horas a sido muy impactante para mi, desee estar con mi madre, que me diera el cariño y el apoyo que necesito. Empezó a zumbarme los oídos y sentí que mi cuerpo viajaba, como si me trasportara de repente, entonces me encontré en medio de una celda oscura y fría y vi a mi madre encadenada a la pared, en el momento que me vio me empezó a gritar que me fuera, que no se quien no me podía ver allí, y volví de regreso aquí junto a ti. Por cierto tenias una terrible cara de preocupación ¿Por que?
              - Porque de un momento a otro habías puesto los ojos en blanco como metida en un trance y tu esmeralda no dejaba de brillar intensamente. Pero nos tenemos que ir, tenemos que volver junto a la Orden. Asha tiene que enterarse de esto.
              - No, no me apetece ir tengo que quedarme aquí junto a Lena.
              - No te preocupes no se enterara, cuando estamos allí el mundo humano se para tal cual esta.
              - ¿Como…?
              - No te darías cuenta anoche pero volvimos aquí a la hora exacta en la que te fuiste.
              - No me di cuenta estaba centrada en otra cosa.
              - Lo se mi amor, pero ahora tenemos que ir, es importante, no te pediría que fueras si no fuera así, por favor.
               - De acuerdo vamos.
               Nos marchamos hacia el cuarto de arriba, donde estaba la puerta, fuimos hasta donde el libro sagrado nos esperaba. En el momento que entramos ahí estaba Asha, esperándome.
               - Sabia que venias, lo sentí.
               - Espera Asha hay algo importante que te tengo que contar – le dijo Ángel
               - Puede esperar. Nhoa tiene que empezar con su aprendizaje.
               - Primero nos tienes que escuchar, Nhoa puede….
               - ¡Basta Ángelus!, he dicho que voy a enseñar a Nhoa sobre sus poderes
               - Posiblemente ella te pueda enseñar  más de lo que tú la quieres enseñar a ella.
               - ¡Como te atreves a hablarme así! ¡Te ha cegado demasiado tu deber hacia ella! ¡Vete y déjanos solas! – No me gusto nada el brillo que apareció en sus ojos, por un momento pude ver algo parecido al odio.
                - Espera Asha – Intente apaciguar – tienes que escucharle, si no fuera importante no te habría hablado así. Por favor escúchale.
                - Bueno de acuerdo pero si no es importante, se marchara de inmediato.
                - Te lo juro así lo hará.
                Ángel empezó a contarle todo, y la cara de Asha empezó a transformarse desde la ira a la incredulidad, y desde ella a la incertidumbre de si todo era cierto. Me miro de manera muy rara mientras Ángel terminaba de decirle todo lo ocurrido, cuando acabo de hablarle, la note que se ponía nerviosa, tampoco había echo nada tan raro, mi madre podía viajar astralmente, posiblemente yo lo había heredado de ella. Se puso a mirar el libro hasta que se paro en una de sus páginas, y con un gesto me indico que me acercara.
            Vi que en la pagina de la izquierda había una hermosa mujer retratada, pero igual de hermosa era la crueldad reflejada en la imagen de su cara, tenia una sonrisa cínica y unos ojos llenos de envidia y maldad, era tan increíblemente real su imagen que hasta me pareció verla mirarme con odio.
             - Esta es Nimue.
             - ¿La dama del Lago? Pero eso no es del cuento del rey Arturo.
             - No es cuento, es real, y la Dama existió, era una bruja mas allá del bien y del mal, aunque las historia cuentan que se inclinaba mas hacia el bien, y eso es lo que queremos creer.
             - Entonces si no era mala ni buena, ¿Por que tenia esta crueldad dibujada en los ojos?
             - Porque esta no es la Dama del Lago, es su descendiente y tocaya.
             - ¡Ah! Vale
             - Bueno, escúchame necesito que leas atentamente  la historia de Nimue.


Historia de Nimue

            “Nimue nació en 1894, el 29 de febrero, un año bisiesto con muchos acontecimientos para el mundo. La madre de Nimue, Génesis, una bruja muy poderosa que murió en el parto de su hija, su padre, Marcus, protector de Génesis. Nimue es descendiente de la Dama del Lago, al haber nacido con el cabello blanco se le otorgo el nombre de la Dama.
            Al cumplir 18 años, Nimue fue dispuesta para su iniciación a la Orden, dándonos a conocer un gran poder nunca conocido, en el rito de su iniciación, Nimue fue otorgada y bendecida con cinco de los poderes primordiales, algo nunca visto antes, creímos que era la sexta bruja, la que predestinaba nuestro libro sagrado, pero solo tenia cinco poderes, no seis. Aunque logro a los pocos días de su iniciación saber manejar todos sus poderes. La convirtió en la bruja más poderosa conocida.
            Fue tanto su poder que a Nimue en poco tiempo el poder la corrompió, era una bruja ambiciosa, y deseaba ser nuestra suma sacerdotisa, pero ese cargo le pertenecía a su hermana Kaila, la bruja con el poder del tacto, y mayor que Nimue.
            Tanto fue su ambición que asesino a su hermana usando magia negra, algo prohibido y cruelmente castigado dentro de nuestra orden, pero aun así no podía acceder al cargo, porque Kaila tenía una hija, Morgana. Aunque era solo una niña ha ella le pertenecía el ser suma sacerdotisa cuando creciera, y mientras solo la segunda a cargo podría guardar el puesto.
            Nimue quiso asesinar a la niña, pero una de nuestras hermanas la sorprendió y la ataco con un hechizo de paralización, esta bruja aviso a toda la Orden que decidió conjuntamente retirarle los poderes a Nimue y expulsarla de nuestra hermandad.
            Nimue se convirtió en humana, pero odiaba tanto no tener poder que se unió a nuestros grandes enemigos y al rey de los demonios, se unió a el como esposa, y consiguió poderes malvado y la eterna juventud.
            Hizo tanto mal en el mundo que la Orden tomo una decisión nunca tomada, invocaron a la diosa Aradia, Reina de las brujas y nuestra protectora, la única capaz de detener a Nimue.
            Aradia se sintió destrozada al ver en lo que se había convertido una de sus hijas, y aunque se había convertido en un demonio aun tenia sangre de bruja, Aradia la llevo ante ella y la castigo en que su eterna juventud fuera la eterna vejez, retirándola con su juventud todo su poder.
            Nimue volvió junto a su marido, el que le conto que solo la sangre de brujas poderosas volverían hacerla bella, Nimue ha ido secuestrando brujas para irlas desangrando poco a poco, le duraban un año, dos, hasta un siglo dependiendo de la fuerza de la bruja secuestrada.
            Solo la verdadera elegida podría acabar con ella, ya que esta tendrá todos los poderes primordiales y su sangre la envenenara.”
            
            Todavía no me podía creer lo que había leído, me tenia que chupar la sangre para derrotar aun bruja o demonio lo que fuera esa mujer, se me estaba revolviendo el estomago y me estaba mareando.
            - ¿Estas bien Nhoa? – me dijo Ángel con cara de preocupación.
            - Estoy un poco mareada, pero se me pasara, ¿Que tengo que ver yo con esta mujer?
             Se acerco Asha a mí y me toco el hombro intentando reconfortarme.
            - Tu madre Bellia esta secuestrada por ella, y tu madre es la nieta de Kaila, hija de Morgana, la sobrina nieta de Nimue, tu eres familia de Nimue, Nhoa, y el poder manejar poderes que todavía no te han enseñado, nos avisa del poder que tienes y de que puedes corromperte igual que ella.
             Ahora si que me quería morir, yo era familia de la bruja mas mala que te pudieras echar a la cara, y encima creían que me iba a convertir en ella, mi estomago no lo pudo digerir, y vomite hasta que me dolió el cuerpo entero.

16 jul 2011

8º Capitulo

MIS PRIMEROS PODERES

            Desperté algo confundida, todo el sueño que había tenido era demasiado fantástico hasta para mi, como iba yo a ser bruja si las brujas no existían, ¿o si?
            Note una mano en mi cintura, me gire y le vi, ahí estaba con los ojos cerrados, dormía plácidamente a mi lado con una brillante sonrisa en los labios, no había sido un sueño, mi mente confundida empezó a despejarse y me di cuenta que todo había sido real. Le mire durante varios minutos hasta que empezó a despertarse, acaricie su mejilla, quería darle un beso pero la timidez me podía.
            - Buenos días mi amor, ¿llevas mucho despierta? – me había llamado mi amor y mi corazón se había derretido.
            - No, me acabo de despertar – mentí. – Tenemos que hablar Ángel. Estoy todavía muy confundida y necesito que me expliques todo – le dije con la intención de levantarme.
            - Espera – me cogió de la muñeca – no te levantes, deja que te abrace por un rato, pensaba que nunca podría hacerlo.
            - ¿Por que? – le dije acurrucándome en sus brazos.
            - Porque estaba predestinado para otra mujer que no sabia que eras tu, y me había enamorado locamente de ti. Si tú no hubieras sido mi protegida nunca hubiera podido estar contigo.
            - No lo entiendo.
            - Los guardianes están creados para sus brujas y nunca puede haber nadie que se interponga entre ellos, si no la bruja podría ser dañada mortalmente por alguno de nuestros enemigos.
            - Joder, ahora resulta que tengo enemigos que quieren matarme, lo que me faltaba. – me levante rápidamente para que no intentara retenerme en su abrazo.
            - Nhoa, se que tienes muchas preguntas, pero yo no te puedo dar las respuestas, si que tenemos muchos enemigos, demonios que amenazan diariamente a la humanidad, y solo vosotras sois capaces de detenerlos, no te puedo decir mas que esto.
            - ¿Pero…..?
            - Por favor, se que estas impaciente para que te den todas las respuestas, - dijo mientras se levantaba y cogía mis manos – pero te pido paciencia, tenemos unas pocas horas para estar totalmente solos después Asha querrá hablar contigo y empezar a instruirte en tus deberes, vamos a tener muy poco tiempo y quisiera aprovecharlo al máximo, por favor.
            Vi que hablaba en serio, que sus ojos me suplicaban que me centrara solo en él, lo único que podía hacer era ceder y posponer mi deseo de toda la verdad, cogí su cuello con mis brazos y me dispuse ha besarlo, cuando de repente la puerta de entrada se abrió dando paso a mi querida e inoportuna amiga Lena,                       ¡Lena! Se me había olvidado que había estado toda la noche en el hospital cuidando de Charlie.
             - Lena cariño, ¿que ha pasado? ¿como esta Charlie?
             - ¿Estabais a punto de besaros?- dijo mi amiga con la sorpresa dibujada en la cara, estaba ojerosa y mas pálida que un muerto.
             - Eso no es lo importante ahora,- la di un abrazo y la dirigí al sillón para que se sentara – explícame lo que ha pasado.
             Cuando toque una lágrima que caía por su mejilla, lo vi todo, vi como estaba Charlie, que le había pasado y como mi amiga se había pasado toda la noche llorando junto al cuerpo de su novio. Charlie había muerto, algo le había asestado una gran descarga eléctrica que le había parado el corazón, o eso le decía el policía que se lo explicaba a Lena.
            Me separe de un salto de ella, algo muy extraño había sucedido, era como si la hubiera leído la mente, pero era como si yo fuera ella, como si hubiera sido a mi a quien le habían dado la noticia, como si yo hubiera sentido el gran desgarro del corazón de Lena, solo pude llorar por ella mientras Lena me miraba con extrañeza como si yo me hubiera vuelto loca.
            - Se lo que ha pasado, lo siento cariño, lo siento mucho,- la dije arrodillándome a sus pies y cogiéndole las manos.
            - ¿Como lo puedes saber? Yo no he abierto la boca, Nhoa ¿que te pasa?
            - He llamado al hospital y me lo han contado,- le dijo Ángel para acallar sus preguntas, - se lo he contado hace unos minutos.
            - Pero entonces ¿por que me lo ha preguntado al entrar?
            - Porque no me ha creído – Ángel se estaba poniendo nervioso, y no sabía que excusa inventarse más.
            - Lena perdóname, no creí que Ángel me estuviera diciendo la verdad, pero al ver tus lágrimas he sabido que si lo había echo, - tenía que cortar la curiosidad de Lena, tenia la impresión que no podía decirle nada de lo que había pasado.
            - Bueno esta bien, perdóname que no te de detalles ahora Nhoa pero necesito irme acostar. – Se levanto y se marcho a su cuarto
             Me quede allí arrodillada sin saber que hacer, mi amiga había pasado la peor noche de su vida mientras yo estaba convirtiéndome en una especie de bruja, y pasando mi mejor noche en los brazos de Ángel, ni si quiera me había acordado de ella ni de Charlie. Angel me ayudo a levantarme del suelo y me sentó en el sillón, me estaba diciendo algo pero no podía entenderlo, todo había sido demasiado intenso para mi, mi iniciación, mi recién relación con Ángel, el sufrimiento de mi amiga, la muerte de su novio, y la aparición de mi primer poder. Todo era tan abrumador, la cabeza me daba vueltas, me sentía enferma, desorientada y demasiado confundida. Podía ver a Ángel frente a mi con cara de preocupación, me decía algo, creo que me llamaba, pero un irritante zumbido tapaba mis oídos, entonces pensé en ella, la necesitaba, quería a mi madre conmigo.
            De repente me vi trasportada a otro lugar, estaba oscuro, solo había un hilo de luz que salía de una estrecha ventana que estaba muy alto de una pared, creo que estaba en una especie de celda, había cadenas en las paredes que tenían en un extremo unas esposas, alguien colgaba de esas cadenas, parecía una mujer. Estaba medio caída hacia delante, llevaba un andrajoso vestido, una gran mata de pelo negro le caía en la cara ocultando sus facciones, me acerque aun con el miedo estremeciendo mi columna, vi que mientras me acercaba reflejos rojos salían de su cabello, no era negro como me había parecido, era rojo sangre, como el pelo de mi madre, mi madre….
           - ¿Mama? – dije susurrando.
           Levanto su cara hacia mí y la pude ver claramente, aunque la suciedad cubría su rostro.
           - ¿Nhoa? ¡Oh no! Hija tu no puedes estar aquí si te ve sabrá que existes y te buscara, márchate, ¡Márchate ya!
           Y me marche, volviendo a mi casa, otra vez veía la cara de Ángel, estaba gritando pronunciando mi nombre desesperado.
           - ¡Nhoa, Nhoa! ¿por dios que te pasa?
           - Creo que he viajado astralmente – le dije mirándolo a los ojos y viendo la sorpresa reflejada en ellos.

12 jul 2011

7º Capitulo

LA INICIACIÓN

            Vi como Asha sacaba una pequeña daga de su túnica, su hoja era casi cegadora del brillo que tenia, tenia ondulaciones en la hoja y una punta muy fina, el mango parecía de oro y por lo que puede distinguir tenia una serpiente enredada en el mango con los ojos de dos pequeñas esmeraldas.
            Mi cuerpo empezó a temblar, quería irme, no quería saber nada de esto, pero una fuerza invisible me sujetaba al suelo, estaba completamente paralizada, solo podía mirar a mi alrededor e intentar imaginarme las caras de las mujeres que me rodeaban. Mire hacia una esquina a las afueras del circulo, había otra figura allí situada, se había quitado la capucha pero a pesar de no llevarla puesta, las sombras ocultaban los rasgos de la cara, lo único que podía vislumbrar eran unos ojos azules maravillosos, espera esos ojos me recordaban a….
            - Nhoa, atiende, ya vamos a empezar. – Me dijo Asha
            - ¿Qué? Perdona, es que me había distraído. – Esos ojos eran los de él
            - Ahora entre todas nosotras vamos a dictarte un conjuro de fidelidad a la Orden, tu lo tendrás que repetir, con la daga te hare un corte en tu mano izquierda, dejaremos que una gota de tu sangre caiga en medio de la estrella, después tu guardián sellara tu herida con su propia sangre, eso os unirá para la eternidad.
             - ¿Mi guardián?
             - Si, Ángelus date a conocer a tu protegida, acércate y entra en el círculo.
             Vi como se acercaba, como su rostro se dejaba entrever mientras se acercaba al círculo, dos de las brujas separaron sus manos dejándolo entrar en él. No podía caber en mi incredulidad, ahí estaba mirándome fijamente, con una sonrisa que eclipsaba cualquier luz, sus hoyuelos se marcaban dándole esa imagen de inocencia. Ángel estaba frente a mí, era mi guardián y el dueño de mi corazón.
           - Ven acércate hermano, coge su mano izquierda, y Nhoa repite nuestras palabras.
           Entonces todas las allí reunidas empezaron a recitar juntas, mientras yo miraba a los ojos a Ángel, cuando me toco mi turno de repetir las palabras, mis manos empezaron a sudar y a temblar, Ángel apretó mi mano dándome ánimos, y entonces me sentí segura, él estaba ahí para mi y siempre lo estaría.

“Te pedimos a ti, poderes primordiales,
Que bendigas a nuestra hermana con los poderes sensoriales,
Unimos nuestras manos, unimos nuestras almas,
Unimos nuestros corazones con una gran esperanza.
Sangre de nuestra sangre, esencia de poder,
Santiguado nuestro templo, nos unimos en el anochecer.
Vista, tacto, gusto, oído y olfato,
Junto al sexto, Espíritu y Sentimiento.
Nuestras almas te regalamos, y nuestro poder santiguamos.”

            En el momento que cortaron mi mano una gran gota roja cayo sobre la estrella justo en el medio, sentí como mi cuerpo vibraba junto a la esmeralda de mi cuello, esta se levanto hasta ponerse entre Ángel y yo, Asha corto la mano izquierda de él, y unieron nuestras manos, en el momento que su sangre se junto a la mía, un torbellino cubrió nuestros cuerpos levantándonos del suelo, el brillo de la esmeralda nos cubría por entero, entonces lo empecé a sentir, era un poder inimaginable, recorría toda mi piel, todo mi cuerpo, mi visión empezó a agudizarse, podía ver cada mota de polvo en el aire, cada poro de la piedra que cubría las paredes, sentí  todo lo que sentían a mi alrededor, escuche hasta el aleteo de una mosca, saboree el antiguo aire que me cubría, y lo sentí juro que lo sentí, en esa estancia había miles de espíritus, espíritus poderosos, estaban a mi alrededor mirándome, y llenándome de paz.
            Fuimos bajando de nuevo al suelo, girando sobre nosotros mismos, le mire, mire dentro de sus ojos, en su alma y supe en ese mismo instante que estábamos unidos eternamente por un lazo mágico, que estábamos predestinados a estar juntos por siempre, hasta el día de nuestra muerte y también supe que el lo sabia.
            Cuando llegamos al suelo, toda la magia que nos rodeaba desapareció dejando solo un suave cosquilleo en la piel, y dejando un gran vacio en mi interior, note que Ángel seguía sujetando mi mano.
            Asha se arrodillo ante mí al igual que todas las brujas, me miraban con respeto pero a la vez con miedo.
            - Mi señora sabia que era usted, le ofrezco mis respetos y mi fidelidad incondicional, ante usted me postro y ante usted extiendo mi poder. – La última frase fue repetida por todos los presentes.
            - Gracias, pero por favor levantaos todas me siento muy incomoda con todo esto, y muy cansada…
            - No se preocupe, el ritual ha terminado, si quiere puede ir a dormir y mañana hablaremos de todo, si necesita algo solo llámeme con la mente y estaré ahí en un segundo.
            - Gracias. – Y se marcharon todos menos Ángel. – Necesito volver a casa.
             Cogió mi mano y me llevo hasta la puerta mágica que me llevaba hasta mi casa, me guió a través de ella, y nos fuimos hacia el salón, me senté en el sofá mientras Ángel iba a por un vaso de agua, y la verdad es que lo necesitaba desesperadamente, mi garganta estaba como la lija.
            Se sentó a mi lado y espero a que yo bebiera, cuando termine me quito el vaso dejándolo encima de la mesa, y sin ni siquiera darme cuenta se acerco a mi, cogió mi cara entre sus manos y sus labios acariciaron los míos, primero con un suave beso, me daba varios pequeños picos en las comisuras, hasta que mis brazos rodearon su cuello, su beso profundizo, recorriendo mi boca con su lengua, llevaba meses esperando este beso, pero nunca imagine que fuera tan increíble. No paramos de besarnos casi en toda la noche llegándome a olvidar de todo a mi alrededor, no hablamos, solo nos mirábamos, nos besábamos y sentimos que nuestra unión se hacia mas fuerte, no quería que terminara nunca hasta que el cansancio me pudo y me quede dormida en sus brazos, en el sillón, esa noche no soñé nada mas que con el y con el sabor de sus besos.

10 jul 2011

6º Capitulo

LA REVELACION

            Me sentía mareada cuando desperté, pero poco a poco empecé a recordar todo, la puerta escondida, la sala con el libro, varias personas con túnica y a mi madre. ¡Mi madre!
Busque  con la mirada pero no la encontré, intente levantarme pero las piernas me fallaron y caí de culo contra el suelo, alguien agarro mi brazo y me ayudo a ponerme en pie sujetándome con fuerza para que no volviera a caerme.
            - ¿Donde esta? ¿Y mi madre? ¿Quien eres?
            - Creo que haces muchas preguntas – me dijo con voz profunda quien me sujetaba, me pareció conocida la voz, pero no logre distinguirla.
            - Me da igual lo que creas, solo quiero ver a mi madre.
            - Igual de maleducada que siempre, ja, ja, ja.
             Le mire furiosa, quería arrancarle la capucha y saber quien era, y darle su buen bofetón, pero una presencia a mi espalda me lo impidió tocándome el hombro y obligándome a girarme.
            - Muchacha, se que estas muy desconcertada, pero necesito que te centres para que comprendas todo.
            - ¿Y tú quien eres?
            - Soy tu suma sacerdotisa, mi señora, me llamo Asha.
            - No entiendo todo esto, me estoy volviendo loca.
            - Lo se, pero eso es lo que quiero hacer que entiendas todo y responder todas tus preguntas.
            - ¿Quienes sois?
            - Nos llamamos La Orden de las cinco puntas.
            - Que nombre mas raro, ¿por que os hacéis llamar así y por que?
            - Despacio muchacha, para que comprendas todo tienes que escuchar nuestra historia y yo no soy la indicada para contártela. Eso le pertenece a tu madre, piensa en ella y tráela de vuelta.
            - ¿Pero como?
            - Cierra los ojos, centra su imagen en tu mente, y haz como si tiraras una cuerda hacia ti, como si tu madre estuviera atada en el otro extremo, relájate e inténtalo.
             Cerré los ojos, vi su cara, su pelo, sus ojos, sus manos y su cuerpo, tire de ella hacia mi, tire y tire, y la sentí, sentí su perfume, un aroma a mar, a agua salada, una brisa alrededor de mi cuerpo, sentí como si estuviera en medio del océano, abrí los ojos despacio y allí estaba, enfrente de mi, mirándome con un amor inmenso, como solo una madre puede hacerlo, pero solo era su espíritu y no su cuerpo, mis lagrimas no dejaban de caer, quería abrazarla pero sabia que era imposible.
             - Mama, mama, te necesito, ¿donde estas?
             - Estoy muy lejos de aquí, pero esa no es la cuestión ahora, necesito que escuches nuestra historia hija, y te conviertas en lo que verdaderamente eres, una gran bruja, de las mas poderosas.
             - Pero…
             - No escucha, necesitamos que comprendas todo esto antes de hacer preguntas, ven conmigo y siéntate.
             Me guio ha una esquina de la sala, donde había un círculo de cojines en el suelo, me senté en uno de ellos, todas las personas que estaban ahí se acercaron y se sentaron, mientras mi madre se puso en el centro del círculo y empezó a narrar:
             “Nuestra orden se remonta a la edad media, cuando la gente todavía creía que éramos demonios, no creían que la magia era buena, y éramos perseguidos por todo el mundo conocido, hemos estado ocultos siglos y siglos, protegiendo nuestra esencia, nuestra sabiduría, nuestra magia.
            En nuestros principios éramos una orden grandiosa y poderosa, nosotras protegíamos al mundo de los verdaderos demonios, de los que destruían la humanidad en la tierra, éramos cientos y cientos de hermanas, pero por desgracia con la caza de brujas fuimos disminuyendo, hasta quedar unas pocas.
            Por eso se decidió en que cada bruja tuviera su guardián, un humano con el poder de la visión, se nos eran destinados a nuestro nacimiento, no nos podíamos conocer hasta que nos quedara poco tiempo para cumplir los dieciocho años, donde se produce la entrega de nuestros poderes, ellos tampoco saben quienes somos, aunque ellos aprenden desde pequeños su destino, y en el momento indicado la atracción entre los dos es irremediable, y el encuentro se realiza, aunque hasta el rito de iniciación de la bruja no se llegan a dar cuenta de quien es cada uno.
            Somos muy pocas las brujas que quedamos, apenas catorce, pero por suerte muy poderosas, cinco de esas brujas tienen el poder primordial, el poder de los cinco sentidos: Te presento ha Asha, el poder de la visión, puede ver el futuro, el pasado y el presente, la que esta a tu derecha es Layla, tiene el poder del oído, escucha los pensamientos y sentimientos de los que le rodean, la que esta junto a Layla es Mayra, su poder es el del olfato, huele cualquier cosa de su alrededor dándola a saber quien se acerca y si es bueno o malo, a tu izquierda Sayma, su poder es el gusto, con saborear cualquier comida puede saber quien la hizo, como la hizo, de donde viene los alimentos, aunque parezca el de menos utilidad, es muy poderoso, y por ultimo yo, mi nombre hija es Bellia, mi poder es del tacto, con tocar a alguien puedo guiarle a mi antojo, que obedezca mis ordenes, y mis caprichos, es el motivo de mi encierro, mi poder, pero luego te explicare eso.
            Las demás brujas so solo aprendices y aunque no tienen ningún poder primordial, son muy buenas con los conjuros y pócimas. El libro que esta en el medio de la estancia, es nuestra guía, es el Libro del Alma y el Espíritu, supuestamente el sexto poder primordial pero que solo lo posee el libro, este libro predice la llegada de una sexta bruja, la mas poderosa y grandiosa de nuestras hermanas, la bruja que poseerá los cinco poderes y mas el sexto, el del libro, algo inimaginable, esta bruja será creada por una bruja de poder y de su guardián.
            Creemos que esa bruja eres tu, pero no lo sabremos hasta tu iniciación, tu piedra es el portal a tu futuro, es la esmeralda del destino, heredara de nuestras antepasadas, esta esmeralda fue de la suma sacerdotisa que creo la orden, pasada de hija a hija, lleva en la familia 15 generaciones, y tu eres la ultima portadora, la futura suma sacerdotisa, Asha ha estado ocupando mi lugar en mi ausencia, y tu no podrás ocupar el cargo hasta que tu aprendizaje sea completo.
            Solo queda un paso y es tu iniciación a la orden, yo ahora tengo que marcharme, estoy cansada y se me acaba el tiempo para seguir aquí astralmente, no te preocupes volverás a verme. Nuestra hermana Asha te ayudara en todo lo que pueda y quieras, responderá a todas tus preguntas y será tu madrina en el rito.
            Cuídate mi vida, y que seas bendecida por los poderes primordiales.”
             Y se marcho dejándome allí sentada y confundida por todo lo que me conto, todavía era demasiado increíble para mi, nunca creí en la magia, ni siquiera en Dios y ahora mi madre aparecía diciéndome que yo era bruja descendiente de no se cuantas brujas, necesitaba digerir toda esta información y no sabia si tenia tiempo.
           - Señora permítame llevarla hasta el libro, el rito debe de comenzar. – me dijo Asha con una reverencia y agarrando mi mano para ayudarme a levantar.
             Me guiaron hasta el pedestal, mi esmeralda empezó a brillar intensamente, en el momento que me encontré enfrente de él, el libro se abrió, en su página estaba dibujada la estrella de cinco puntas de la portada pero sin la serpiente, en cada punta de la estrella se veía una mancha negra, como si hubiera goteado aceite.
            Vi como se acercaban a mí todas las mujeres de la estancia, formando un círculo a mí alrededor y cogiéndose de las manos, entonces me di cuenta que mientras se agarraban una línea apenas visible se unía a ellas terminando de cerrar el círculo. En medio quede yo, Asha y el libro.

6 jul 2011

5º Capitulo

LA APARICION

            Me desperté sobresaltada, algo me había rozado la cara, sentía una fría brisa recorriéndome la espina dorsal, cuando me di cuenta que mi esmeralda brillaba con una tenue luz, la toque y un escalofrió recorrió mi brazo hasta llegar a los dedos de mis pies.
            Me levante sobresaltada quitándome el colgante y agarrándolo en alto a una prudente distancia de mi cuerpo, pensé en dejarlo en mi habitación y cuando me empecé ha acercar a la puerta del pasillo que estaba cerca de la escalera de caracol, la esmeralda empezó a brillar un poco mas, pero al entrar por la puerta su luz desapareció, presentí que el colgante me quería guiar.
            Volví al salón y volvió a brillar, empecé a subir los escalones de la escalera y la luz empezó a intensificarse, casi llegando a ser cegadora en el segundo piso, me acerque a la puerta del despacho pero al ver que no pasaba nada me dirigí a la habitación vacía, de repente la esmeralda empezó a girar, entre y la luz de mi colgante lleno toda la habitación, se levanto y me guio a la pared de enfrente, sentí un tirón en el colgante como si alguien quisiera quitármelo, lo solté asustada y vi como se incrustaba en la pared.
            Empezó a dibujarse el contorno de algo, con el mismo color de la esmeralda, una puerta apareció ante mí, si se puede llamar puerta, por que era el contorno de una, pero no tenía pomo y era como un líquido blanco.
            Fui acercándome, pero entonces escuche un susurro, “la tarjeta, entra con la tarjeta”. Me eche hacia atrás asustada, pero me acorde de la carta de mi madre y lo que me decía sobre la tarjeta. Corrí hacia el despacho a cogerla, la había guardado en el cajón del escritorio, la cogí y volví corriendo con miedo a que la puerta se cerrara.
            Puse la tarjeta en el bolsillo trasero de mi vaquero, y con una valentía que no se donde la había tenido guardada, me introduje por la puerta, cuando la atravesé abrí los ojos, ya que los había cerrado para entrar. Ante mi se extendía un largo pasillo oscuro como la noche, y al final ahí estaba, una puerta que brillaba, algo de ella me atraía, me hacia querer acercarme lo mas rápido posible.
            Di uno paso, sentí a mi espalda como la otra puerta de cerraba, me gire no queriendo pensar que estaba atrapada allí, sentí como el colgante se materializaba en mi cuello, sintiendo su peso.
            Me di un empujón mentalmente obligándome a seguir hacia adelante, tenía que averiguar que era todo esto, sentí como me temblaban las piernas, pero seguí y seguí hasta llegar hasta la puerta brillante.
            La toque con la mano y sentí como un calor intenso recorría todo mi cuerpo, llenándome de paz la mente. Vi que en un lateral de la puerta había un mecanismo para tarjetas, y me acorde de la que llevaba en mi bolsillo, la saque y la pase, la puerta empezó ha abrirse despacio con un suave chirrido, cuando la puerta me dio paso, me acorde que todo era idéntico a mi sueño, ahí estaba la habitación oscura, y en el centro el pedestal y el libro.
            Vi que el libro era idéntico a como lo soñé, pero no podía creer que todo fuera realidad. Mi sueño estaba presente ante mí y no sabia si yo estaba en la realidad o en mi imaginación.
            Sentí movimientos extraños a mi alrededor, escuche susurros, y vi como figuras con capas y capuchas, parecían monjes, se ponían a mi alrededor, había como diez o doce personas. Me gire para mirar a mi espalda y habían mas, me habían rodeado y mis piernas estaban a punto de fallar. Me agarre al pedestal para no caer, mi esmeralda empezó a brillar de nuevo, y sentí que el libro vibraba en mis manos.
            La persona que estaba enfrente a mí se acerco despacio y paro a un metro de mí:
            - Te estábamos esperando, bienvenida a nuestro circulo mi señora.
            - ¿Mi señora? ¿Quienes sois? ¿Donde estoy?
            - Estas en el principio de tu destino, somos tus hermanos de fuego, y estamos aquí para mostrarte tu poder.
            - ¿Pero de que me estáis hablando? ¿Hermanos de que...? Me estoy volviendo loca, quiero salir de aquí.
            - Es su decisión marcharse o no, pero siempre volverá aquí, su destino la ata a nosotros.
            - Joder sois una pandilla de majaras, me largo.
             Me aleje con la decisión de salir por donde había venido, cuando una mujer resplandeciente literalmente, salió de detrás del monje que me había hablado.
             - Espera hija no te vayas, confía en mi, mi niña no tengas miedo.
             - ¿Mama? ¿Eres tú? Dios, no puede ser real, ¿Mama?
             Caí de rodillas con lágrimas en los ojos, tenía a mi madre enfrente, pero era como si fuera un fantasma, podía ver a través de ella, aunque ese pequeño detalle no la restaba belleza, estaba vestida con un vestido blanco de amplia falda, su pelo rojo ondeaba, y sus ojos verdes brillaban de felicidad.
             - Dios estas muerta y estoy viendo tu jodido fantasma.
             - Esa boca muchachita, y no, no estoy muerta es mi espíritu pero en viaje astral, mi cuerpo aun vive.
             - ¿En viaje que...? Estoy alucinando, siento que voy a desmayar. – y me desmaye.

4º Capitulo

EL SUEÑO

             "Recorría un largo pasillo, estaba oscuro y hacia mucho frio, al final brillaba una luz muy intensamente, algo de esa luz me atraía irremediablemente, me fui acercando temerosa de lo que me podía encontrar. Al final del pasillo había una gran puerta grande y blanca, no tenia pomo para poder abrirla pero en un lateral había un mecanismo para pasar tarjetas.
              ¡La tarjeta! la que mi madre me dejo, busque en mis bolsillos, al final la encontré en el bolsillo trasero. Pase la tarjeta, y un pitido sonó hasta que la puerta se empezó abrir, dentro estaba oscuro, solo podía ver en el centro una luz que alumbraba un gran libro puesto en un pedestal, el libro empezó a brillar y sentí como mi esmeralda vibro a la vez, me dirigí hacia el libro, la curiosidad me podía. Las solapas eran de cuero, con un extraño símbolo en forma de estrella de cinco puntas con una serpiente enredada en las puntas de la estrella. Fui acercando la mano, sentía un extraño calor en la palma de mi mano mientras lo hacia, cuando casi estaba por tocar el libro, que por cierto era bastante grueso y grande, escuche la voz de mi madre a mi espalda.
                - No lo toques todavía hija, no es el momento, tu poder no ha salido a la luz, espera a tu cumpleaños, mi vida.
                 Me gire, ahí estaba ella, vestida con un vestido blanco, que volaba en la falda como si hubiera viento, su pelo rojo estaba suelto y moviéndose igual que el vestido, tenia una mano levantada hacia mi, como si me llamara, me acerque olvidándome por completo del libro, justo en el momento que le iba a coger la mano, empezó a desvanecerse.
                - Mama por favor no te vallas.- las lagrimas corrían por mis mejillas.
                - Confía en la esmeralda hija, te ayudara a conocer todo tu poder.- desapareció.
                Agarre mi esmeralda, cayendo de rodillas con lágrimas en los ojos."
                Desperté sobresaltada como todas las mañanas, hacia un mes que mi sueño había cambiado, y cada vez era más real, contra más me acercaba al día de mi cumpleaños, y justo era hoy, hoy por fin descubriría todo lo que mi madre me quería decir en su carta, aunque dudaba de encontrar la misteriosa puerta que conducía hacia mi destino o hacia mi final, el miedo y la incertidumbre me había tenido la ultima semana temblado y nerviosa de la impaciencia de saber toda la verdad.
                 Habían pasado ya tres meses desde que nos fuimos del orfanato, tres meses que toda mi vida había dado un cambio radical, Lena y yo habíamos empezado a trabajar en el restaurante de un amigo de Ángel como camareras, Ángel y yo éramos muy buenos amigos, y aunque nos sentíamos muy atraídos ninguno se decidía a dar el paso, mi amiga había sido mas rápida ya estaba de novia con nuestro jefe, llevaban un mes en el que no se separaban por nada del mundo, incluso había noches en la que Lena no venia a dormir, me dejaba sola en la casa investigando donde demonios estaba la maldita puerta.
                   Esta noche teníamos pensado irnos todos a cenar para celebrar que cumplía la mayoría de edad, Lena y yo pensamos en irnos a comprar un vestido nuevo para esa noche. Cuando nos disponíamos a salir el teléfono sonó, Lena corrió hacia el antes de que dejara de sonar.
                  - ¿Diga quien es? – mientras Lena escuchaba lo que le decían su cara se fue poniendo pálida como la nieve – Si, si no se preocupen ahora mismo voy.
                  Cuando colgó su cara seguía blanca como la nieve, y le temblaba el labio superior como si fuera a llorar.
                 - Cariño ¿que te pasa? ¿quien era?- dije acercándome a ella.
                 - Es Charlie, ha tenido un accidente, tengo que irme esta muy grave.
                 - Espera voy contigo…
                 - No, déjalo me han dicho que esta en la UVI y solo me van a dejar entrar a mi. Luego te llamo.- salió como alma que lleva el diablo con lágrimas en los ojos.
                  Me quede casi clavada en el suelo, cuando se me ocurrió llamar a Ángel, le llame varias veces al ver que no me contestaba le deje un mensaje en el buzón, apenas a los diez minutos me mando un sms que me decía:
                 “Lo siento cariño, pero me ha surgido un contratiempo, no voy a poder ir, si llama Lena dila que cuide a Charlie. Mañana te llamo y perdona por lo de tu cumpleaños.TKM”
                 No me lo podía creer, era mi cumpleaños y lo iba a pasar sola, ni si quiera Ángel, pero bueno tampoco le podía exigir mucho no era nada suyo, no tenia ningún compromiso conmigo.
                Decidí pedir una pizza y ver algunas películas, llame varias veces a Lena pero no me contesto, termine por mandarle un mensaje deseándole que todo estuviera bien, que sola me sentía, sola y triste, creí que era un día genial y todo se había ido al traste, parezco un poco egoísta porque el novio de mi mejor amiga estaba muy mal, pero no podía remediar sentirme así.
                Pensé en mi madre, en como me gustaría que estuviera allí conmigo, consolándome, abrazándome y deseándome feliz cumpleaños. Era mi entrada a la mayoría de edad e iba a ser horrible.
                Me quede dormida mientras veía una película de terror.

3 jul 2011

3º Capitulo

MI NUEVA VIDA

               Encontramos un banco cerca de casa apenas a dos calles de distancia, metí la tarjeta e introduje el código, me salieron varias opciones y le di a “movimientos y saldo”, cuando vi la cantidad de dinero que había casi me desmallo, tenia cuatro ceros, había doscientos cincuenta mil euros en la cuenta, Lena casi se muere al verlo, tenia un dineral y yo sin saberlo. No iba a sacar dinero, para que, mejor pagar con tarjeta. Miramos la otra y tenia la misma cantidad, pero en esta se veía que cada mes se ingresaban mil euros mas, era una pasada, de esta si sacamos cien euros para imprevistos.
                Preguntando a la gente encontramos un supermercado muy cerca de ahí, compramos varias cosas de limpieza y para picar algo de comer a media mañana, al llegar a casa nos pusimos con la limpieza hasta la hora de comer, y después de comer nos fuimos a dar una vuelta por una calle llamada Marcelo Usera, que por cierto esta llena de tiendas. Compramos toda clase de cosas para la casa, utensilios de cocina, sartenes, ollas, sabanas, colchas, toallas, bueno todo lo que se puede imaginar que necesita una casa, luego claro nos compramos ropa y zapatos, ya que las pocas pertenencias que teníamos era ropa de segunda mano y pasada muy de moda por lo que pudimos ver, nunca antes nos habíamos comprado ropa, y casi vaciamos las tiendas, esto es mucho exagerar, pero vernos tan llenas de bolsas es lo que parecía.
                Llegamos a casa casi a las ocho de la noche, y nos dimos una buena ducha, para cambiarnos de ropa y estrenar lo que nos habíamos comprado. Sacamos de la bolsa una especie de braguitas que le faltaban tela por todos los lados, nunca las habíamos visto, ya que en el orfanato nos compraban unas que hasta el ombligo nos tapaba, estas braguitas, por lo que nos dijo la dependienta, se llamaban tangas, nos pusimos una cada una, y la verdad es que al principio era bastante incomodo, y se nos veía todo el trasero los que nos hizo caer en otro ataque de risa.
                Nos vestimos con la ropa nueva y cuando nos miramos al espejo no parecíamos nosotras, nos dimos un poquito de brillo en la boca, también habíamos comprado un montón de maquillaje. Cuando nos íbamos ha cenar, en la puerta del portal nos volvimos a encontrar al chico de esa mañana.
                 - ¡Anda! Si es la malhumorada de esta mañana.
                 - Y tu el idiota que me ha insultado.- dije indignada.
                 - ¡Oyes, oyes! Yo no te insulte.- me hubiera encantado quitarle esa sonrisa de un bofetón pero a la vez de un beso.
                 - Entonces retrasada para ti que significa, porque yo que sepa es un insulto.
                 - Me parece a mi princesa, que no hemos empezado muy bien, te pido disculpas por lo de esta mañana, me llamo Ángel, soy tu vecino del segundo.- me dijo extendiéndome la mano.
                 - Bueno te perdono, pero que sepas que no me caes nada bien, soy Ainhoa y mi amiga Elena, somos tus vecinas del bajo y del primero.
                 - Hola Ángel, a mi si me caes muy bien, - se acerco Lena a darle un beso, coqueteando con el.-                     
Si quieres me puedes llamar Lena.
                  - Ja, ja, ja, hola Lena, bueno por lo menos me vais a permitir que os invite a cenar, para volverme a disculpar.- dijo mirándome.
                  - No hace falta, ya teníamos pla…..- Lena me dio un codazo y le miro provocativa.
                  - Claro cenamos contigo, no tenemos nada que hacer.- dijo ella mirándome a los ojos.
                  - ¡Estupendo! Me cambio y ahora mismo bajo, no os marchéis, no seáis pillinas.
                  Subió las escaleras corriendo hacia su piso, yo tenia ganas de matar a mi supuesta amiga, me caía fatal ese tipo y ahora tenia que cenar con el, aunque estaba algo confundida, había sentido un pinchazos de celos al ver como Lena coqueteaba con el, había que reconocer que era el chico mas guapo que he visto en mi vida, aunque eso no es mucho decir, porque en el orfanato no es que hubiera ningún chico.
                  Hoy había empezado mi nueva vida, mi nuevo destino, no sabia lo que me esperaba por el camino, y encima creo que me estaba enamorando del odioso de mi vecino, aunque no creo que pudiera tener nada con el a mi amiga le encanto, y si ella consigue que sea su novio yo no me iba a meter, no quería perder a lo mas valioso que tenia ahora, a mi querida amiga la que nunca me había fallado, a mi hermana.
                Esa noche cenamos con él, me di cuenta que no era tan estúpido, algo dentro de mi empezaba a crecer por él, era muy dulce y encantador.
                Nos conto que tenia dieciocho años, trabajaba en una fabrica de neumáticos que era de su padre, y su piso era de su abuela que se lo había dejado en herencia, ya que se quería independizar de sus padres, se marcho nada mas cumplir la mayoría de edad.
                Llevaba viviendo ahí nada más que cuatro meses, y esa mañana cuando nos encontramos iba de malhumor, ya que su padre quería que volviera a su casa, decía que no era lo suficiente maduro para vivir solo y que se iba a perder. Quería demostrar a su padre que se valía por si mismo, y había dejado ese mismo día el trabajo, no quería tener a su padre a cada rato detrás de él para darle la charla.
                Nos pregunto cosas de nosotras, y le contamos lo mínimo posible porque tampoco sabíamos que había pasado en el orfanato después de marcharnos, Lena estuvo durante toda la noche haciéndole miraditas y risitas, pero el solo me miraba a mi, había algo profundo en sus ojos que me desconcertaba, como si quisiera decirme algo y no pudiera, y esa noche se formo una gran amistad entre nosotros tres.